VALENCIA, 19 Jul. (EUROPA PRESS) -
El periódico 'New York Times' considera que la colocación de la última pieza de la estatua creada por Juan Ripollés para el aeropuerto de Castellón --un avión de aluminio-- es "el símbolo de la ruina y el despilfarro" en España.
En un artículo titulado 'En España, un símbolo de la ruina en el aeropuerto a ninguna parte, --publicado este miércoles por la cabecera estadounidense y que recoge Europa Press-- se informa de la instalación de este remate en la estatua del aeródromo y se ironiza al señalar que, de esta manera, "un avión llega finalmente al aeropuerto fantasma".
Para la publicación, se trata de "otra vuelta de tuerca en el proyecto millonario --que cifra en 183 millones de dólares-- que se ha convertido en un símbolo del despilfarro que ha hundido a España en una recesión y en una crisis bancaria".
En este punto, recuerda que la estatua estaba presupuestada en 300.000 euros y que "se supone que es en honor" del expresidente de la Diputación de Castellón y del PP provincial Carlos Fabra, imputado, aunque no condenado, judicialmente, puntualiza.
El 'New York Times' alude a que, "dentro de una larga década de boom de la construcción y el ladrillo, España ha construido aeropuertos, carreteras y líneas ferroviarias a menudo bajo la presión de los políticos regionales buscando mayor presencia en la red de transporte nacional". "Muchas de las autopistas que se han hecho últimamente están ahora desiertas y solamente un quinto de los aeropuertos españoles tuvo beneficios el año pasado", agrega.
Además, el periódico norteamericano se hace eco de la polémica provocada por el 'que se jodan' pronunciado por la diputada 'popular' en el Congreso e hija de Carlos Fabra, Andrea Fabra.
DISCULPAS
'NY Times' relata que la parlamentaria ha tenido que remitir un escrito de disculpa a los diputados "después del exabrupto lanzado mientras el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, presentaba las medidas de ajuste", incluidas las que afectan a los desempleados.
Añade que Andrea Fabra insistió en que estas palabras "estaban dirigidas, no a los parados, sino a los diputados socialistas, quienes pidieron su dimisión".