"Si ellos vienen muertos, vostros vais muertos, si vienen con pie cortado, vosotros vais con pie cortado", le dijeron los piratas
GERNIKA (VIZCAYA), 24 (EUROPA PRESS)
El jefe de máquinas del buque Alakrana, Víctor Bilbao, pidió hoy al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, que cumpla su palabra con los dos piratas somalíes detenidos y los libere. "Si no cumplen los acuerdos y cogen otro barco español, pobrecitos", apuntó antes de indicar que los tripulantes vascos no se personarán como acusación particular en el caso de los dos detenidos.
Tras prestar declaración en el Juzgado de Gernika ante el juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz, Bilbao reprochó al jefe del Ejecutivo que anunciara que se había detenido a dos piratas pero no diera información sobre su estado y reveló que los secuestradores que permanecían en el 'Alakrana' pensaban que sus compañeros estaban muertos. "Nos decían: si ellos vienen muertos, vosotros vais muertos, si ellos vienen con un pie cortado, vosotros vais con un pie cortado", explicó.
Por ello, reclamó al Gobierno que "cumpla su palabra" y libere a los dos detenidos, ya que en caso contrario, si otro buque español es secuestrado, "pobrecitos" sus tripulantes. "Que cumplan con la palabra que han dicho, es mejor que la cumplan", insistió.
Además, el jefe de máquinas relató ante el juez que los piratas les trataron como a "perros" durante su secuestro y confesó que al patrón le pegaron "bastante", así como a otro engrasador. También se refirió al momento de la liberación del buque y señaló que el patrón bajó a la zona de máquinas y dijo: "Arranca, rápido, que nos vamos". "No nos enteramos de nada porque nos tenían confinados dentro del barco", explicó.
Los ochos tripulantes vascos del Alakrana que hoy prestaron declaración ante Pedraz fueron el capitan, Iker Galbarriatu Gracia, de Bermeo; el jefe de máquinas, Víctor Bilbao Orozco, de Bermeo; el gruista Andoni Gotxi Olano, de Bermeo; los engrasadores Pedro Ortún Gainza, de Bilbao, y Gaizka Iturbe, de Bermeo; el jefe de cocina, Ángel María Diego Arrizabalaga, de Bilbao; José Luis Vildosola, ayudante de cocina, de Bermeo; y el primer oficial del buque, Patxi Baladés.
ARIANA
El magistrado, según explicó el jefe de máquinas, realizó a los tripulantes numerosas preguntas sobre el 'Ariana', petrolero con bandera de Malta, pero de propiedad griega, secuestrado hace seis meses, y según aseguró el jefe de máquinas, se quedó "impactado" con su relato sobre la situación de esta embarcación.
Bilbao relató que el 14 de octubre, estando ya en manos de los piratas, fueron a prestar ayuda al 'Ariana' y a suministrarles gasoil. Según aseguró, en ese buque no pueden cocinar porque no tienen luz y "queman el mobiliario". "No tienen nada. Nosotros les dimos comida, fruta, medicamentos, pero los piratas los tiraron al agua", manifestó.
"PSICOLOGICAMENTE MAL"
Por su parte, Andoni Gotxi, dijo que se encuentran "psicológicamente muy mal", aunque "físicamente bien". Tras subrayar que el magistrado no les ha interrogado sobre los dos piratas que se encuentran detenidos en Madrid a la espera de ser juzgados y tampoco les han enseñado fotografías de ellos, señaló que los marineros han pasado "el fin de semana en casa, nerviosos, pero bien".
Para Gotxi, "el peor momento" que vivieron en el 'Alakrana' fue en el que los piratas realizaron "los disparos en proa". "Disparaban por encima de nosotros y no sabíamos a dónde iban las balas", afirmó.
En este sentido, narró que la tripulación se encontraba en los camarotes y salían al comedor a comer. "Estábamos todos juntos, menos el capitán y el patrón, que estaban en el puente", dijo. Sobre la posibilidad de volver a trabajar en la mar, afirmó que ya verá si lo hace. "Si me dan la jubilación anticipada no, porque soy ya mayor", concluyó.
Por otro lado, el jefe de cocina del 'Alakrana', Angel María Diego, el engrasador Gaizka Iturbe y el ayudante de cocina Juan Mari Vildosola coincidieron en que el día "peor y más complicado" de los 47 de secuestro fue cuando acudieron a prestar ayuda al buque Ariana MV.
RACIONAR ALIMENTOS
Angel María Diego explicó que, tras acudir al Ariana, comenzaron a racionar los alimentos, porque el buque griego "llevaba por entonces más de cinco meses secuestrado y no tenían agua ni nada".
"Empezamos a pensar que esto podía durar mucho tiempo, aunque la cuestión es que sí comíamos, el problema era que no te entraba la comida", añadió, para asegurar que "sobraba comida, pero teníamos que racionar las cosas perecederas, la harina, el arroz y esas cosas que teníamos menos cantidad, porque teníamos pescado congelado en la cuba que, a última hora, nos podía servir para comer".
El jefe de cocina del Alakrana aseguró que "fue muy triste el día que fuimos todos con el barco a darles gasoil, que al final no pudimos darle, porque esa gente, con ese gasoil por lo menos podían haber arrancado un motor auxiliar, pero no tenían nada, no tenían comida, ni agua y comían de lo que pescaban". "Les dimos cinco cimarrones, una caja de galletas y fruta, y había una niña a bordo que nos hacía señas de que quería ir con nosotros", dijo.
MALTRATO PSICOLÓGICO
Diego, quien dijo que el "peor maltrato era el psicológico", insistió en que fue "el peor día" y explicó que todos los tripulantes del Alakrana estaban en cubierta, por lo que "todo el mundo vio lo que había allí, no había forma de no verlo".
Por otro lado, indicó que cuando se enteraron de que había dos piratas detenidos en España pensaron que el Gobierno "la había cagado". "Nosotros llegamos a pensar que esta gente no les valía nada, pero les valía más de lo que pensaba aquí más de uno" y la reacción fue que "bajaron abajo y dijeron que iban a matar a un español", precisó.
Diego señaló que la tripulación del Alakrana vio "cómo se llevaban a tres compañeros" y explicó que "hasta ocho días después" no supieron nada de ellos. "El problema de llevar a una persona a tierra es que entre los clanes se matan entre ellos para robarse los rehenes". "Matar (a los rehenes) no, porque valen dinero, pero no les importa nada, no tienen corazón, no tienen nada que perder", agregó.
FRAGATA CANARIAS
Por su parte, Gaizka Iturbe, que dijo que "sí temieron por su vida", agradeció la labor de la fragata española Canarias porque los militares "son gente que tiene un corazón de oro, se han volcado totalmente con nosotros y han estado al pie del cañón con nosotros".
Asimismo, hizo también un llamamiento en defensa del "teniente de navio Barrionuevo, que fue quien disparó a uno de los piratas somalíes que permanecen detenidos en España, porque fue en defensa propia, ya que no sabía si los piratas tenían o no armas". "Me gustaría que ese señor volviera a su puesto porque ha arriesgado su vida por nosotros", afirmó.
Por su parte, el ayudante de cocina Juan Mari Vildosola dijo que él ha estado "cuatro días muy nervioso", pero que sus compañeros "lo han pasado mucho peor y algunos no han podido hacer frente y han estado muy caídos".
Vildosola coincidió con sus compañeros en que el peor día fue cuando ayudaron al Ariana y recordó que "hasta había una madre y una cría de 14 años y dijeron que el hijo del jefe de los piratas violó a la cría, aunque yo no se más, he estado metido en la cocina y no he visto gran cosa".
También criticó que el Gobierno central "no ha movido un dedo" y lamentó que "los del Ariana están peor, porque los gobiernos no se mueven por ellos", cuando "hay que dar un buen escarmiento a los piratas, para ver si dejan de actuar así".
En cuanto a la presencia de vigilantes privados en los buques, Vildosola consideró que "están más seguros que sin escoltas" y dijo que "si no hay otra cosa en tierra, hay que volver a la mar".