MADRID 26 Mar. (EUROPA PRESS) -
La portavoz del Grupo Popular en el Congreso, Soraya Sáenz de Santamaría, elevó el pasado martes al presidente de la Cámara, José Bono, una queja por la divulgación del dictamen sobre actividades privadas extraparlamentarias de los diputados, especialmente los 'populares', según confirmó ella misma a Europa Press.
El mismo día en que se publicó el contenido del dictamen que salió de la Comisión del Estatuto del Diputado, Sáenz de Santamaría conversó con Bono para hacerle llegar su preocupación por que se hiciera público el contenido de ese informe, de carácter confidencial, y en el que se daba a conocer las actividades privadas de los diputados José María Michavila, Manuel Pizarro, Ángel Acebes o Fernández López Amor, entre otros.
BONO, PREOCUPADO
La propia dirigente 'popular' informó de que el presidente del Congreso le comentó que él es el primer interesado en que no se filtren este tipo de informes --como garante de la reserva de este tipo de documentos-- y le aseguró, además, que habría que buscar fórmulas para evitar una situación similar en el futuro.
El presidente de la Comisión, el socialista Francesc Vallès, también censuró ayer la filtración completa del dictamen que, según recalcó, carece de precedentes. Vallès señaló que Bono puede tomar las medidas que considere oportunas para evitar que esta situación se repita mientras los informes de la comisión sigan siendo secretos.
Las reuniones de la Comisión del Estatuto del Diputado, al tratar con datos personales de los parlamentarios, son siempre a puerta cerrada y sus informes no son públicos y ni siquiera se reparten entre los miembros de los grupos parlamentarios. También es secreta y a puerta cerrada la votación en el Pleno del Congreso, por lo que no se puede determinar el sentido de voto de los diputados.
Hace unos meses, cuando se detectaron filtraciones en la Comisión de Gastos Reservados tras una comparecencia del director del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), Alberto Sáiz, Bono remitió una carta a cada uno de los diputados asistentes aportando incluso recortes de prensa de las informaciones publicadas sobre aquella sesión, recordando a los parlamentarios su deber de reserva.
Precisamente ayer, Izquierda Unida presentó una iniciativa para que, tanto los debates como los informes de la Comisión del Estatuto del Diputado, dejen de ser secretos, una idea que el PSOE también ve con buenos ojos para incrementar la transparencia.