MADRID, 9 (EDIZIONES) -
Considerado un héroe y un 'mártir' del independentismo, por un lado, y un político nefasto y un mito vacío, por otro, Lluís Companys sigue generando debate público.
Tal es el fervor que su figura levanta en ciertos sectores del independentismo que un grupo de católicos catalanes pidió al Papa Benedicto XVI en 2010 que le elevara a "siervo de Dios" (paso previo a la beatificación), petición que cayó en saco roto.
Hoy en día la memoria de Companys es un referente en el imaginario independentista catalán. Da nombre al estadio olímpico situado en Montjuic y a un paseo situado en pleno centro político de Barcelona.
A continuación repasamos su vida y su trayectoria para que conozcas más sobre esta figura política clave en Cataluña durante los años de la II República.
Lluís Companys i Jover nació el 21 de junio de 1882 en Tarròs (Lérida) en el seno de una familia acomodada de propietarios rurales. Fue el segundo de diez hermanos y a los 8 años sus padres le enviaron a estudiar interno al prestigioso liceo políglota de Barcelona.
ACTIVISTA POLÍTICO REPUBLICANO
En 1898, año del 'desastre' español por la pérdida de las últimas colonias, Companys ingresa en la Universidad de Barcelona para estudiar Derecho. Allí empieza a desarrollar su activismo político republicano: junto a su compañero Francesc Layret participa en la fundación de la Asociación Escolar Reopublicana en 1900.
En 1903, ya licenciado en Derecho, se enrola en la Unión Republicana, partido político fundado ese mismo año con el objetivo de unificar las fuerzas republicanas de España. Sus dos principales líderes fueron Nicolás Salmerón, que fue uno de los cuatro breves presidentes (de julio a septiembre de 1873) de la breve I República (febrero de 1873 a diciembre de 1874); y Alejandro Lerroux, fundador y líder del Partido Republicano Radical y que sería el presidente de varios gobiernos de la II República entre 1933 y 1935.
En 1910 la Unión Republicana se integraría en la Unión Federal Nacionalista Republicana (UFNR). Companys fue presidente de la sección juvenil de este partido y como consecuencia de su activismo político fue detenido en quince ocasiones, siendo calificado en los informes policiales como "individuo peligroso".
El 17 de octubre de 1910 se casó con su primera mujer, Mercé Micó, con la que tuvo dos hijos, Lluís y Maria de l'Alba. Durante estos años sus actividades periodísticas suponían la mayor parte de sus ingresos, llegando a ser redactor jefe de la cabecera La Publicidad. También fundó los semanarios La Aurora y La Barricada, del que también fue redactor jefe en 1912.
Con su compañero de estudios Layret fundó el Bloc Republicà Autonomista (BRA) en mayo de 1915 y el periódico La Lucha, órgano de expresión de este partido, en septiembre de 1916. Companys fue el redactor jefe y el responsable de información política de este periódico.
El ala menos nacionalista de la UFNR, de la que formaba parte Companys, se pasó al Partido Reformista de Melquíades Álvarez. En 1916 el político se inscribió en el Colegio de Abogados de Barcelona y empezó a trabajar como pasante y como abogado laboralista de militantes obreros y otros clientes sin recursos.
En abril de 1917, el BRA se fusionó con más de 150 grupos para formar el Partit Republicà Català. La primera entrada de Companys en las Cortes Generales se produjo en 1921, cuando salió elegido diputado por Sabadell. Era una época marcada por una gran violencia social en Barcelona, especialmente entre 1917 y 1922. La dictadura de Miguel Primo de Rivera, iniciada en septiembre de 1923, puso fin a esta primera etapa de Companys como diputado nacional.
PROTAGONISMO EN LA II REPÚBLICA ESPAÑOLA
Su etapa de mayor protagonismo político estaba por llegar y coincidiría con los años de la II República Española. Ya el día de la proclamación de la República, el famoso 14 de abril de 1931, el entonces líder de ERC, Francesc Macià, proclama la República Federada Catalana dentro de la República española. En aquella ocasión fue Companys quien izó la bandera tricolor en el Palacio de la Generalitat.
Esta proclamación no llegaría más allá de unas negociaciones con el Gobierno de España. Un año más tarde, en 1932, sería aprobado el primer Estatuto de Autonomía catalán, el Estatuto de Nuria, que le dotaba de gobierno y parlamento propios.
Francesc Macià, apodado "l'Avi" (el Abuelo) murió el día de Navidad de 1933 y el 31 de diciembre del mismo año Companys fue elegido presidente de la Generalitat.
En octubre de 1934 se formó un nuevo Gobierno en España dando entrada a tres ministros de la CEDA (Confederación Española de Derechas Autónomas), el partido que había ganado las elecciones en noviembre de 1933 pero que hasta entonces no tenía, por las presiones políticas de la República, ningún mimebro en el Gobierno de España, presidido por el 'radical' Alejandro Lerroux.
La entrada de estos tres ministros en el Gobierno levantó protestas entre la izquierda y el PSOE convocó una huelga revolucionaria para el 5 de octubre. Esta ola revolucionaria alcanzaría especial virulencia en Asturias, dejando unos 1.000 muertos y provocando que el Gobierno recurriera a la Legión, en lo que muchos historiadores han calificado como un 'ensayo' de la guerra civil.
PROCLAMACIÓN DEL "ESTAT CATALÁ" Y ENFRENTAMIENTOS
El 6 de octubre, aprovechando esta situación de inestabilidad política y social en España, Lluís Companys proclamó desde el balcón de la Generalitat el "Estat Català dentro de la República Federal Española", matización esta última que le aconsejó Azaña desde el hotel Colón en el que se encontraba.
El general Batet no quiso ponerse a las órdenes del presidente de la Generalitat y los enfrentamientos entre fuerzas gubernamentales y las independentistas (de la que formaban parte los Mossos de Esquadra) se prolongaron hasta la madrugada del día 7, cuando Companys anunció por radio su rendición. El balance de este choque, cuya batalla principal se centró en la plaza de San Jaime de Barcelona, fue de 96 muertos y 362 heridos en el conjunto de la región.
Las consecuencias políticas que dejó esta insurrección fue la detención de todo el gobierno de Comnpanys, la clausura del parlamento autonómico, la suspensión del Estatuto de Autonomía y la inhabilitación de muchos alcaldes. En el juicio seguido en el Tribunal de Garantías Constitucionales (antecedente del actual Tribunal Constitucional), el 6 de junio de 1935 se condenó a Companys y los miembros de su Gobierno por cargos de rebelión a 30 años de prisión, además de inhabilitación absoluta.
GUERRA CIVIL, EXILIO EN FRANCIA, DETENCIÓN Y FUSILAMIENTO
No obstante, Companys fue liberado con la llegada al poder del Frente Popular tras las elecciones generales de febrero de 1936. El estallido de la guerra civil, el 18 de julio, le cogería de nuevo al frente de la Generalitat. En los primeros meses condenó "los actos de terrorismo" y "los actos que se cometen al margen de la Justicia".
En febrero de 1939, ante el inminente control de toda Cataluña por las tropas de Franco, Companys cruzó los Pirineos marchando al exilio en Francia. Llegó a París, pero en la capital francesa las autoridades le rechazaron por su radicalismo y por agitar a las masas de refugiados. Abandonó la ciudad en junio de 1939.
Ocupada una parte de Francia por los nazis, estos recibieron del nuevo Gobierno de Franco una lista con 800 nombres para su detención y entrega a las autoridades del régimen. Entre ellos figuraba Companys, que fue detenido por la Gestapo en Bretaña el 13 de agosto y entregado el 29 de agosto.
El detenido fue trasladado a la Dirección General de Seguridad de Madrid, donde permaneció hasta el 3 de octubre. De allí fue enviado al castillo de Montjuic, en Barcelona, que entonces servía de prisión. Fue juzgado en consejo de guerra sumarísimo y sin garantías el 14 de octubre por "adhesión a la rebelión militar".
Franco dio el "enterado" a su sentencia de muerte y fue fusilado al alba del día siguiente, 15 de octubre, en el castillo de Montjuic. Ante el pelotón de fusilamiento, en el foso de Santa Eulalia, Companys pidió descalzarse para tocar con sus pies desnudos la tierra catalana.