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Actualizado: sábado, 27 marzo 2010 12:02

BILBAO, 27 Mar. (EUROPA PRESS) -

La presidenta del Parlamento vasco, Arantza Quiroga (PP), asegura que, como "ha visto negociar" con ETA al presidente del Gobierno central, José Luis Rodríguez Zapatero, "no puede poner la mano en el fuego por él" y le pasa "lo mismo" con el lehendakari, Patxi López.

Sin embargo, en referencia al lehendakari, explica que no puede "vivir con la zozobra de si estarán o no negociando" porque, "si empezamos a ver cosas raras, sabremos que --los socialistas-- tienen otros intereses que no darían cumplimiento" al pacto alcanzado con el PP que ella aboga por mantener.

En una entrevista en el diario El Correo, recogida por Europa Press, se refirió a las declaraciones del ex ministro del Interior y actual portavoz del PP en el Parlamento europeo, Jaime Mayor Oreja, quien hace unos días se mostró convencido de que "hay ya una segunda parte" del proceso de negociación entre el Gobierno central y ETA, que tendría dos fechas determinantes: "las elecciones municipales, en las que se trata de que ETA se haga presente en los ayuntamientos e instituciones del País Vasco, y en las generales, en la que ETA devolvería el favor a Rodríguez Zapatero para ayudarle a ganar".

Quiroga reconoce que "siempre" ha escuchado los análisis de Jaime Mayor Oreja porque "conoce el tema y no es la primera vez que lo dice", además de que contamos con un Gobierno central que "ha negociado políticamente con ETA".

"Por tanto, tenemos que ir viendo día a día su credibilidad. Y para mí, ahora mismo, la credibilidad del Gobierno de Zapatero en materia antiterrorista es muy escasita", advierte.

Asimismo, explica que no nota "cómodo" a Rodríguez Zapatero "hablando de derrotas de ETA" y que Mayor Oreja tiene "más credibilidad", aunque señala que "quizás" esta apreciación se deba a que está "sugestionada con su imagen --la del presidente del Gobierno-- aprobando en el Congreso la declaración sobre el proceso de paz". "El otro día escuchaba a Sarkozy y éste sí me convencía", añade.

Respecto a la reforma anunciada para endurecer la ley con vistas a no permitir que la izquierda abertzale se presente a las elecciones municipales y forales, reitera que creerá que el Gobierno central "está en la derrota de ETA si dentro de un año no hay listas de Batasuna en los municipios". "Apoyo la reforma, porque además el PP la había pedido, pero necesito ver que se han hecho muy bien los deberes", precisa.

GOBIERNO VASCO

En cuanto al Gobierno vasco, reconoce que "va en la buena dirección" contra ETA y el momento actual es "crucial" porque se escuchan "los cantos de sirena de Otegi". En este sentido, precisa que es el momento de "tirar adelante en la lucha contra ETA porque, si no, igual sale un iluminado diciendo 'hay que negociar'", de modo que, a su juicio, "las próximas elecciones serán la prueba del algodón".

Respecto al lehendakari, asegura que le pasa "lo mismo" que con Rodríguez Zapatero en cuanto a la confianza para "poner la mano en el fuego" en este asunto, aunque añade que "no puedes vivir con el miedo".

"Ante la pregunta ¿se fía de Patxi López?, contesto que no puedo vivir con la zozobra de si estarán o no negociando. Sé lo que está firmado en el acuerdo con los socialistas y ellos también. Si empezamos a ver cosas raras, sabremos que tienen otros intereses que no darían cumplimiento a nuestro pacto. Con toda tranquilidad, tendríamos que decirles que ya no les apoyamos", advierte.

A su entender, los socialistas vascos tienen "voluntad" de cumplir el pacto alcanzado con el partido que dirige Antonio Basagoiti, por lo que ella "se fía" de lo firmado.

Además, critica que la asignatura pendiente del Ejecutivo autonómico es "la educación", pero no entendida únicamente como la lengua, sino como "el contenido de lo que enseñan" a los niños, ya que, a su juicio, "se está mareando la perdiz con el 'Plan Educación para la Paz'" cuando es más preocupante "la formación en valores" porque "no puede ser que haya niños que piensen que se pueden utilizar métodos violentos para conseguir objetivos políticos".

Por último, en sus referencias al Gobierno vasco, critica su "falta de liderazgo" económico, aunque señala que esta cuestión es "complicada porque las tres diputaciones están en manos del PNV", mientras que "lo que ha pasado con --la transferencia-- de las políticas de empleo es un chantaje --del PNV-- que ha tenido que dejar fastidiadísimo al lehendakari".

ALAVA

En el caso de Álava, cuya Diputación está en manos de la formación jeltzale a pesar de que el PP ganó las elecciones, precisa que "si no se pudo llevar el cambio a Álava no fue tanto por las relaciones PNV-PSE", sino "por una decisión que vino de arriba, del Gobierno de Zapatero".

"Está claro que si el PNV ha podido hacer todas esas cosas ha sido porque se ha mantenido en el poder gracias al apoyo del PSE. Si el cambio en Álava se hubiera producido hace meses, se habría cortado esta situación", añade en referencia al caso de presunta corrupción recientemente destapado y que ha afectado al partido que dirige Iñigo Urkullu y a la institución foral.

Sobre posibles pactos postelectorales tras las municipales y forales, explica que "después de la experiencia con el PSE en Álava, el PP se centrará en obtener los mejores resultados para no depender de él".