Dice que si se inicia la independencia no tendrá valor jurídico y que para legitimar una operación ilegal no bastan "ni escaños ni votos"
MADRID, 22 Sep. (EUROPA PRESS) -
El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, considera que sería "muy sensato y razonable" construir un gobierno catalán que sea "alternativa" a quienes quieren "liquidar España", si los independentistas son la lista más votada pero no obtienen mayoría absoluta el 27 de septiembre.
En una entrevista en Onda Cero recogida por Europa Press, Rajoy ha reconocido que, aunque él es partidario de que gobierne siempre la lista más votada, en este caso Juntos por el Sí, a la que las encuestas otorgan la victoria, lleva en su programa la "ruptura de la reglas del juego" la liquidación de la Constitución y de la soberanía nacional y la destrucción de España.
Preguntado si no sería un "pacto de perdedores", tal como él ha calificado a los gobiernos de coalición locales y autonómicos que han desbancado al PP, ha replicado que "uno puede calificar las cosas como quiera" pero el presidente del Gobierno tiene que ir "a lo importante", que es defender la Constitución y la soberanía nacional.
En el caso de que, tras el 27S, el Parlamento catalán inicie el proceso para declarar la independencia, ha avisado de que "eso no se puede hacer" y no tendría "ningún valor jurídico".
"Iríamos al Tribunal Constitucional y punto", ha dicho, aunque acto seguido ha precisado que, a su juicio, esa es una "operación" que "no se va a producir", sino que si los independentistas ganan lo que seguirá es el "proceso de división, de incertidumbre y de generación de conflictos", más inestabilidad y más tensión. "Eso es exactamente lo único que puede hacer", ha advertido.
Así, en el debate que mantienen los independentistas sobre si para iniciar el proceso les bastaría con sumar mayoría absoluta de escaños o tendrían que tener también más del 50 por ciento de los votos, Rajoy ha admitido que para formar gobierno hace falta mayoría de escaños pero ha advertido de que "para supuestamente legitimar una operación ilegal, ni los escaños ni los votos, porque la ley está por encima de otras consideraciones" y la soberanía nacional es "del conjunto de los españoles".
VOLUNTAD DE MONÓLOGO, NO DE DIÁLOGO
Ante la intención de Juntos por el Sí de negociar el proceso independentista con el Estado español, el jefe del Ejecutivo ha rechazado elucubrar sobre posibles supuestos, ha insistido en que "se va a cumplir la ley" y ha recalcado que, aunque él está dispuesto a hablar, no dialogará sobre "cómo se independizan". A su modo de ver, lo que él ha encontrado de la Generalitat estos años no ha sido "voluntad de diálogo, sino de monólogo".
Rajoy ha destacado que la candidatura del presidente catalán, Artur Mas, está diciendo a la gente que su intención se hacer "lo contrario de lo que esa misma gente votó en la Constitución y en el Estatut", mientras que el PP defiende cumplir la ley y "terminar con esta etapa de incertidumbre" que ha supuesto celebrar tres elecciones en cinco años y, si los independentistas cumplen su hoja de ruta, otras más en 18 meses.
"La gente tiene derecho a no ser castigada de una manera tan inmisericorde", ha opinado, y ha insistido en su advertencia de que, en el contexto actual "el único riesgo para el crecimiento y la creación de empleo" sería la inestabilidad política.
"CONVIENE INFORMAR A LA GENTE"
Pese a estar convencido de que la independencia no se va a producir, el presidente del Gobierno ha defendido que "conviene informar a la gente" de cuáles serían las consecuencias de una secesión, porque mientras los independentistas dicen que sería "la panacea", una Cataluña independiente quedaría "fuera de la UE" y "es bueno que la gente sepa" qué pasaría con sus pensiones o con sus depósitos.
Respecto a qué interpretación política hará si hay un apoyo popular mayoritario a las candidaturas independentistas, ha recordado que en el Parlamento actual CiU y ERC suman 71 escaños, más de la mayoría absoluta --y de lo que auguran las encuestas Juntos por el Sí--, y ha dicho que, en todo caso, su lectura es que la soberanía "corresponde al conjunto del pueblo español". En todo caso, ha apostado por esperar a ver si los independentistas "son tantos como dicen las encuestas".
CONSULTA LEGAL Y MEJOR FINANCIACIÓN
Ante quienes piden algún tipo de consulta legal, como el Círculo de Economía, ha respondido que a él nadie se la ha pedido y, ha insistido en que la soberanía nacional es de todos, de modo que si Sevilla quisiera independizarse de España también los madrileños tendrían "derecho a decidir" en ese referéndum".
El jefe del Ejecutivo no cree que Cataluña reciba menos financiación de la que la que merece, puesto que recibe la que le da el modelo de financiación que se aprobó con el visto bueno de la Generalitat en 2009. Todo el mundo quiere estar mejor financiado, ha dicho, asegurando que su intención es reformar el modelo en la próxima legislatura.
¿FUE UN ERROR FIRMAR CONTRA EL ESTATUT?
Rajoy ha sugerido que no considera un error la decisión de su partido de organizar, en 2006, una recogida de firmas contra el Estatuto catalán que se estaba negociando entonces, aunque el candidato del PP a la Generalitat, Xavier García Albiol, cree que se ha demostrado que fue una decisión poco afortunada.
El líder de los 'populares' ha replicado que después de esa recogida de firmas el PP "tuvo el mejor resultado de su historia en unas autonómicas" pero ha evitado desautorizar a Albiol y ha subrayado de él que es "un valiente" y que "defiende la unidad nacional".
En todo caso, ha subrayado que ni él ni su partido consideran un error defender la unidad de España y que "no se puede privar a los españoles de ser catalanes y europeos". En ese punto, ha rechazado "entrar en disquisiciones" sobre si la ley permitiría seguir siendo españoles a quienes nacieron españoles y ha preferido destacar que "da más beneficios ser catalán, español y europeo que ser exclusivamente catalán".
Rajoy ha rechazado el calificativo que le ha dedicado el expresidente Felipe González, que le ha tildado de "inmovilista", pero lo ha hecho poniendo en valor las reformas de su Gobierno, no su actitud en el debate soberanista. El presidente ha dicho que está de acuerdo con González en algunas cosas y que ambos han hablado al hilo de la situación de Venezuela.
En caso de que los partidos no independentistas no sumen para hacer un gobierno alternativo, ha dejado claro que no se lo tomará como un fracaso personal porque no se plantea las cosas "en esos términos" sino que su única "batalla" es "defender los intereses generales de España".