MADRID, 1 Ago. (EUROPA PRESS) -
El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha prometido para el próximo mes de septiembre las reformas legales contra la corrupción que avanzó el pasado mes de febrero, en el Debate sobre el estado de la Nación.
"El próximo mes de septiembre comenzará a verse el resultado del paquete de propuestas de regeneración democrática que planteé en el Debate de febrero --ha anunciado--. Presentaré, a través de media docena de textos legales, un auténtico Plan Nacional de Regeneración Democrática que deseamos alcance el mayor nivel de consenso en esta cámara".
Entre estas medidas figura una Ley Orgánica de Control de la Actividad Económica y Financiera de los Partidos Políticos, que contendrá el procedimiento obligado de aprobación de cuentas en los estatutos de todos los partidos.
Así, regulará la figura del responsable de la gestión económica-financiera de los partidos y su comparecencia anual ante el Parlamento, así como los procedimientos de contratación por parte de los partidos, la obligación de depositar las cuentas de los partidos en registro público, la retención de los pagos de subvenciones si las cuentas no se presentan, la publicidad de las subvenciones, la mejora del régimen sancionador en materia de financiación y el aumento de los plazos de prescripción.
Un segundo texto legal reformará la Ley Orgánica del Tribunal de Cuentas para una más amplia fiscalización de las donaciones, los ingresos y los gastos, tanto de los partidos políticos como de las fundaciones vinculadas con los mismos.
En tercer lugar, Rajoy ha citado la reforma de la Ley de Contratos del Sector Público con la que se "fortalecerá el régimen de prohibiciones de contrataciones con el sector público a todas las personas -tanto físicas como jurídicas- condenadas por delitos relacionados con la corrupción".
Otro texto regulará por ley las Funciones Políticas para establecer las retribuciones de los cargos públicos de la Administración General del Estado, regular la publicación de las declaraciones tributarias de bienes y de actividades de los mismos y la realización de auditorías de su situación patrimonial al final de su mandato.
Asimismo, ha mencionado la reforma pendiente del Código Penal para "el endurecimiento de las penas asociadas a los delitos relacionados con la corrupción, incluyendo nuevas figuras como la financiación ilegal y mejorando el control de la falsedad deliberada de sus cuentas por parte de los partidos políticos o el enriquecimiento injustificado de los cargos públicos electos".
Por último, ha incluido la anunciada reforma de la Ley de Enjuiciamiento Criminal porque "lo verdaderamente eficaz en la lucha contra la corrupción es la agilización de los procedimientos judiciales en los que se enjuicia este tipo de delitos, unido a una especialización por parte de quien deba enjuiciarlos". "Estoy convencido --ha dicho-- de que la modificación de penas, plazos y procedimientos acabará con esa cierta sensación de impunidad que tanto irrita a la sociedad española".
A estas nuevas leyes ha añadido las que están en vigor, como la reforma de la Ley de Financiación de los Partidos Políticos para reducir las subvenciones de los partidos políticos, limitar condonaciones de deuda y prohibir donaciones de quienes reciben subvenciones de la administración, como las fundaciones de los propios partidos o de su entorno.
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El jefe del Gobierno espera que estas reformas se aprueben "con el mayor grado de acuerdo posible" y ha prometido repetir la actitud de la Ley de Transparencia, que la Comisión Constitucional aprobó sólo con el apoyo de CiU y PNV.
Según Rajoy, "algunos creen que la corrupción está extendida por todo el sistema y afecta a la mayoría de las instituciones, partidos y personas". "Esa creencia no es solo muy dañina, sino que es, además, radicalmente falsa", ha proclamado, para reiterar su convicción de que la inmensa mayoría de los que se ocupan de la política lo hacen al servicio de sus creencias y convicciones.
Por eso, ha recalcado que es "importante" frenar el "deterioro" de la imagen de los políticos y de las instituciones porque "el clima que genera podría causar un daño irreversible, poniendo en peligro los logros conseguidos gracias al trabajo de todos". "Hago una llamada a la colaboración de todos los grupos parlamentarios para superar este clima", ha demandado.
NO DISTRAERSE DEL PROPÓSITO DE TRANSFORMAR EL PAÍS
El jefe del Ejecutivo ha señalado que los dos valores más importantes de la política española en este momento son su programa de reformas y su estabilidad. "No consentiré que ninguno de los dos sufra daño", ha exclamado.
En este sentido, ha advertido a los diputados que no va a "distraerse" en su propósito de "transformar el país, regenerar la vida pública, sacar a España de la crisis y devolver la esperanza a los desempleados". Según ha dicho, para él es "muy importante que no se quiebre la confianza en España, en su solvencia, en su estabilidad, en su capacidad para salir adelante".
"Yo soy partidario de que nuestra actitud política sirva para tranquilizar a los españoles y a quienes nos miran desde fuera, para que vean que las cosas en España no son distintas que en cualquier otro país, para que sepan que la Justicia funciona, que la situación del Gobierno es estable, y que España progresa y asienta su futuro cada día que pasa", ha concluido.