Responsables sanitarios testificarán por la muerte de una mujer en Carmona (Sevilla) al tardar la ambulancia

Actualizado: martes, 28 junio 2011 18:37

CARMONA (SEVILLA), 28 (EUROPA PRESS)

El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 2 de Carmona (Sevilla) ha atendido la petición de la representación legal de la familia de Rosario Alonso Ballesteros, una mujer de 87 años que falleció en verano de 2009 tras un cuadro de disnea en su domicilio de la localidad en una situación en la que se produjo una tardanza excesiva en la llegada de la ambulancia, en el sentido de que declaren como testigos responsables tanto del centro de coordinación de urgencias y emergencias como del centro de salud de la localidad.

Según han explicado a Europa Press fuentes del caso, esta práctica testifical, que el juzgado ha autorizado mediante una providencia fechada el pasado 9 de junio, pretende intentar demostrar que se produjo una coordinación "deficiente" el día de los hechos, ya que, según la familia, el caso de esta anciana se calificó como una urgencia de menor gravedad que lo que correspondía.

Recientemente, la familia reclamó que se librara oficio al Servicio Andaluz de Salud (SAS) para que éste facilitara las grabaciones de las llamadas realizadas al servicio de urgencias, por lo que consideraban una reticencia de la administración a la hora de facilitar lo que la familia cree pruebas importantes para el caso.

Y es que la tesis de la familia de la anciana es que se produjo un "error" en la tramitación de la urgencia por parte del teléfono de emergencias, "que le dio al suceso un nivel que no le correspondía". Ello se sumó a las carencias en el servicio de ambulancias que registraba el municipio en esa época, pues no había ningún vehículo sanitario disponible a la hora en que sucedieron los hechos.

Los familiares interpusieron una denuncia ante el Puesto de la Guardia Civil en la localidad en la que daban cuenta del retraso en la llegada de la ambulancia, que llegó al lugar del suceso una hora y media después de la primera llamada a los servicios de emergencias sanitarias, según su versión. La postura del 061 apunta a que el tiempo de espera de la familia fue menor de 40 minutos.

En la denuncia, a la que tuvo acceso Europa Press, se relataba cómo a las 14,30 horas del 16 de agosto de 2009 la hija de Rosario Alonso realizó una llamada a las emergencias pidiendo el traslado de una unidad móvil médica al domicilio, en la calle Extramuros de Santiago del municipio, "ya que su madre estaba muriéndose, no reaccionaba de ninguna manera y casi no podía respirar".

EL MÉDICO ESPERABA LA AMBULANCIA

Sobre las 15,05 horas, y al no haber llegado la ambulancia, una de las nietas de la fallecida, Raquel Rodríguez, llamó al teléfono para comunicar la misma incidencia, "a la que se manifiesta que en breve llegaría la ambulancia, solicitando nuevamente los datos de la enferma".

"Nuevamente, a los diez minutos, y ante la desesperación de lo que estaba sucediendo, volvió a llamar al referido teléfono y preguntando el motivo de la tardanza, al cual no se dio explicación", rezaba la denuncia, que da cuenta de la repetición de esta operación en otra ocasión posterior.

Sobre las 16,00 horas la nieta de Rosario recibió llamada del número de emergencias, que cuestionaba por el estado de salud de la enferma, a lo que ésta respondió que ya había fallecido. La tardanza motivó que poco más allá de las cuatro de la tarde otra de las nietas de la enferma, Rosario Salgado, se pasara por el centro médico, dada la cercanía de su domicilio, "para ver qué era lo que sucedía".

A su llegada al centro, el médico de guardia manifestó "que estaba esperando la ambulancia", por lo que, finalmente, se trasladó hasta el domicilio de la paciente en el propio vehículo de la denunciante, donde sólo pudo constatar la muerte de Rosario Alonso.