Cerca del 80 por ciento de los consultados opina que las compañías pueden jugar "un papel importante" a la hora de reducir la pobreza
MADRID, 11 Oct. (EUROPA PRESS) -
Seis de cada diez consumidores (el 59 por ciento) percibe que sus decisiones de compra tienen el poder de causar un impacto global positivo, según los resultados de una encuesta global entre 17.000 consumidores de 24 países llevada a cabo para Fairtrade por la consultora GlobeScan.
El estudio también revela que los consumidores "esperan mucho" de las empresas en la lucha contra la pobreza ya que el 79 por ciento de los consultados opina que las compañías pueden jugar "un papel importante" a la hora de reducir la pobreza en función del enfoque de su negocio.
En este sentido, sus preocupaciones más relevantes radican en que agricultores y trabajadores reciban un pago justo y la seguridad de los productos. Así, un 85 por ciento de los encuestados dice que estas dos cuestiones les parecen las más relevantes para las empresas y para sus negocios con proveedores en países pobres.
Los compradores también reconocen el papel de Fairtrade a la hora de dar la posibilidad de marcar la diferencia. Así, seis de cada diez consumidores reconocen el Sello de Comercio Justo y alegan que la certificación Fairtrade facilita la decisión de compra sí un producto ha sido producido éticamente.
Además, el 64 por ciento de los consumidores confían en el Sello Fairtrade y nueve de cada diez lo evalúan como un sello que les inspira "confianza". El 64 por ciento de las personas que conocen el Sello Fairtrade lo asocia con el apoyo a agricultores y trabajadores en países pobres para salir de la pobreza.
En palabras del director de Fairtrade International Rob Cameron, "esta encuesta demuestra que los consumidores sí que se preocupan por las personas y por sus comunidades". "Quieren estar seguros de que sus compras diarias sean coherentes con sus valores y esperan que las empresas lo tengan en cuenta. Aceptamos el reto de hacer crecer Fairtrade aún más para que aún más agricultores y trabajadores puedan tener mejores oportunidades y más consumidores puedan tomar sus decisiones según sus convicciones", ha detallado.
La encuesta se ha realizado entre 17.000 consumidores en Alemania, Australia, Austria, Bélgica, Canadá, la República Checa, Corea del Sur, Dinamarca, España, EEUU, Finlandia, Francia, Gran Bretaña, India, Irlanda, Italia, Japón, Nueva Zelanda, Noruega, Países Bajos, Polonia, Sudáfrica, Suecia y Suiza.
FRANCIA, IRLANDA Y SUDAFRICA, LOS MÁS CONCIENCIADOS
Por países, franceses, irlandeses y sudafricanos son los consumidores que perciben con más fuerza que pueden cambiar las cosas con sus compras ya que el 70 por ciento cree que sus decisiones marcan una diferencia.
A la vez, los irlandeses son los más exigentes con las empresas, pues el 89 por ciento destaca el papel de las compañías en la reducción de la pobreza. Asimismo, más de 8 de cada 10 compradores en Gran Bretaña, Irlanda, Suiza, Finlandia y Austria dicen haber visto el Sello Fairtrade.
A nivel mundial, los consumidores gastaron en 2010 cerca de 4.360 millones en productos Fairtrade, lo que equivale a un incremento del 28 por ciento en relación con el año anterior. Los consumidores triplicaron sus compras Fairtrade en la República Checa (+386%), Sudáfrica (+315%), y Australia y Nueva Zelanda (+258%). En Gran Bretaña, el mercado más relevante para los productos Fairtrade, las ventas crecieron un 47 por ciento en comparación con el 2009.
En España, en el año 2010 se compraron productos Fairtrade por valor de de 14'9 millones de euros, un 82'5 por ciento más que el periodo anterior, destacando el café, que duplicó sus ventas respecto al 2009. Además, el 78 por ciento de los españoles que han visto el producto con el Sello lo ha comprado en alguna ocasión y el 80 por ciento lo recomendaría a amigos y familiares.