Propone aumentar las penas a políticos por corrupción y que respondan con su patrimonio, aunque esté oculto a nombre da terceros
MADRID, 9 Sep. (EUROPA PRESS) -
El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, ha pedido este martes a todos los socialistas que dejen de hablar de las "dificultades de la izquierda" y comiencen a trabajar para "plantar cara a una derecha y un populismo" que, según ha dicho, están "usando la crisis" como "gran coartada para entregarse al extremismo económico, político e ideológico".
Así lo ha señalado el nuevo líder de los socialistas ante los parlamentarios de su partido --en el Congreso, el Senado y el Parlamento europeo-- reunidos en la Cámara Baja, en la primera reunión de Grupo que ha presidido desde su nombramiento como nuevo secretario general del PSOE.
Sánchez ha avanzado que quiere liderar una "oposición ciudadana", que quiere que protagonicen los socialistas con iniciativas que conjuguen "esperanza y rigor" frente a "la política de resignación y el humo" que, según ha dicho, tiene "otros".
En su intervención, ha marcado las líneas generales de la labor de oposición del PSOE en esta nueva etapa, que ha resumido en cuatro ejes: la reindustralización de España para crear empleo de calidad; la lucha contra la desigualdad y la defensa de las libertades; la recuperación de la confianza en los partidos y las instituciones mediante la regeneración de la vida política, y la contribución a una Europa de progreso frente a la de la derecha.
Así, ha animado a todos los socialistas a dejar de hablar de lo que han hecho hasta ahora --aunque ha dejado claro su "orgullo" por los logros de los Gobiernos socialistas-- para empezar a hablar de "todo" lo que van a hacer.
Recordando unas palabras del expresidente del Gobierno Felipe González, Sánchez ha defendido que la labor del PSOE tiene que ser "combatir el miedo", porque ese "temor al futuro" es "el mejor aliado de una derecha y un populismo que sólo miran al pasado".
Por ello, se ha propuesto como meta devolver "un futuro de esperanza a los españoles". "Es el compromiso del PSOE en este nuevo tiempo que abrimos hoy", ha señalado.
En concreto, ha explicado que los socialistas van responder a la crisis económica, territorial, política y social tratando de que cada reto se convierta en una "oportunidad de mejorar la vida de los ciudadanos".
Sánchez ha reconocido que España es hoy "un país cabreado y decepcionado con los políticos", para lo que sólo hace falta "salir a la calle y hablar con los ciudadanos", y ha defendido la necesidad de trabajar para "poder recuperar la confianza perdida de los ciudadanos".
Para ello, quiere que el PSOE se centre en hacer una "oposición ciudadana", que pasa por entender que el poder "no es un fin en sí mismo, sino que está al servicio de los ciudadanos"; por ser "firmemente honestos" con ellos y por llevar su voz al Congreso, porque aunque el PP quiera las quiera "vaciar de contenido y rodear de vallas" es "la casa del Pueblo".
Sánchez ha garantizado que los socialistas van a apoyar al Gobierno "siempre que defienda los intereses de los españoles", pero ha insistido en que ellos van a tratar de ofrecer sus soluciones, que van a estar "cargadas de esperanza y sensatez", porque son "la izquierda que aspira a gobernar y no se contenta con protestar".
Según ha dicho, su "primera responsabilidad" será "defender a la clase trabajadora y a las familias", teniendo como principal preocupación la falta de trabajo y el empleo precario. Por ello, ha abogado por una "necesaria transición económica" que consistirá en una reindustrialización de España para crear empleo de calidad.
El nuevo líder de los socialistas ha defendido que, en vez de rescatar a los bancos, hay que "rescatar a las pymes" y ha subrayado que no se puede pedir más austeridad a los ciudadanos cuando "el Gobierno practica lo contrario".
"QUE QUIEN LA HAGA, LA PAGUE Y LO PAGUE"
En el capítulo de la regeneración democrática, Sánchez ha abogado por la "ejemplaridad" y la transparencia en los partidos políticos. Entre sus propuestas están la limitación de mandatos, revisar el grado de aforamiento, introducir cambios en la financiación de los partidos y aumentar el control de las cuentas de las formaciones políticas.
También ha hablado de extender las primarias a todos los partidos, revisar el sistema de nombramiento de los órganos constitucionales y establecer la paridad en las listas y los puestos de representación orgánica.
Pero, además, ha defendido que, para que los ciudadanos vuelvan a "confiar" en los políticos, es necesaria que se agraven las penas a los representantes políticos por delitos de corrupción y que respondan con su patrimonio, aunque esté "oculto a nombre de terceros".
Se trata, ha explicado, de introducir el principio de que "quien la hace, no solo la paga, sino que lo pague", sin tener en cuenta a amigos ni "amiguitos del alma".
AGRADECIMIENTO A LA ANTERIOR DIRECCIÓN
Sánchez ha llegado a la reunión acompañado de los que serán los nuevos portavoces parlamentarios del PSOE en esta etapa: Antonio Hernando en el Congreso, María Chivite en el Senado e Iratxe García en el Parlamento europeo.
En su intervención, ha agradecido a quienes han dirigido el Grupo Socialista en años "complicados y difíciles" y ha arrancado un aplauso para Soraya Rodríguez, Marcelino Iglesias y Elena Valenciano. Y ha elogiado especialmente la labor de su antecesor, Alfredo Pérez Rubalcaba, "un gran político que ha servido a España y al PSOE con brillantez, con honestidad y compromiso".
Además, ha tenido palabras para quienes fueron sus contrincantes en la carrera por el liderazgo del PSOE, Eduardo Madina y José Antonio Pérez Tapias, que participaron en un proceso con el que el PSOE volvió a "abrir camino" en España, respondiendo a la "crisis de la democracia con más democracia".
Ahora, ha animado a todos los parlamentarios socialistas a poner en marcha una oposición de "luces largas", con "los pies en el suelo y la mirada alta", para responder a las necesidades "urgentes de los ciudadanos" ofreciendo "un proyecto de futuro". "Manos a la obra", les ha pedido.