El consenso se debe a la cantidad de votaciones técnicas, la dinámica europeístas-euroescépticos y la negociación con el Consejo de la UE
MADRID, 6 Abr. (EUROPA PRESS) -
El Grupo Popular Europeo (PPE) y el de los Socialistas y Demócratas (S&D) han unido fuerzas en el pleno de la Eurocámara en un 73 por ciento de las votaciones de esta legislatura, que comenzó en julio de 2009, según un análisis de Votewatch Europe recogido por Europa Press.
Los dos principales grupos del Parlamento Europeo han votado juntos mucho más frecuentemente de lo que los socialistas lo han hecho con Izquierda Unitaria y los 'populares' con el Grupo de los Conservadores y Reformistas (en ambos casos, un 59 por ciento).
Como socio preferente los dos grandes grupos no han mirado a los extremos, sino al centro, el Grupo de los Liberales y Demócratas, con quien el PPE se ha coaligado en un 77,61 por ciento de votaciones y los socialistas casi en un 79 por ciento.
Así, para los 'populares', los Socialdemócratas han sido el segundo socio más frecuente, mientras que éstos han tenido como segundo socio más frecuente a Los Verdes, con quienes han sumado fuerzas en un 75 por ciento de ocasiones.
Los expertos consultados por Europa Press atribuyen esta altísima tasa de acuerdos a varios factores: la enorme cantidad de votaciones técnicas, sin carga ideológica; la "fractura" entre europeístas y euroescépticos, que domina el juego parlamentario tanto como la ideológica; y el proceso legislativo europeo.
NECESITA FUERZA PARA NEGOCIAR CON LOS GOBIERNOS
La clave es que cuando el Parlamento ejerce competencias legislativas en codecisión con el Consejo de Ministros de la UE (los gobiernos de los Veintiocho), necesita una posición negociadora fuerte y eso se consigue con consensos sólidos, según explica el portavoz de la institución, Jaume Duch, que apunta además que "en Europa las coaliciones no sorprenden".
Los datos de Votewatch Europe no se basan en la totalidad de las votaciones que se producen en la Eurocámara, sino sólo en aquellas en las que algún grupo solicita voto nominal, con lo que queda registrado el voto de cada eurodiputado.
Así, aunque los datos recogen sólo una pequeña parte de las votaciones (están recogidas 6.408), fuentes parlamentarias explican que para un periodo amplio, como una legislatura completa, son representativos de lo que sucede.
"Están condenados a entenderse. La alternativa al acuerdo es el bloqueo, y eso no lo quiere nadie", ilustra el miembro del consejo de administración de Votewatch Ignasi Guardans, exeurodiputado de CiU que formó parte del Grupo de los Liberales y Demócratas. Guardans reconoce que en Bruselas se dan acuerdos entre grupos que sería "impensables" en el Congreso de los Diputados, muchas veces porque los asuntos son "menos agrios".
En la Eurocámara, señala además, también es "impensable que una parte se imponga a la otra", en parte por la aritmética parlamentaria. En los casos en que hace falta mayoría absoluta (384 diputados), se requiere la suma de PPE (274) y socialistas (195), o bien coaliciones múltiples.
No obstante, eso no quiere decir que el peso relativo de cada partido sea indiferente. "De los acuerdos nadie sale al cien por cien contento, pero cuanta más fuerza tengas para negociar menos tienes que ceder", señala Guardans.
Y, por supuesto, también hay muchas votaciones donde prima la división entre izquierda y derecha, cuando se trata de cuestiones muy ideológicas o que afectan a la política nacional. En los asuntos de la Comisión de Peticiones PPE y Socialistas sólo han coincidido un 35 por ciento de las veces.
LOS LIBERALES Y DEMÓCRATAS, BISAGRA
De este modo, el PPE ha sacado adelante decisiones de política económica sumando el apoyo de los Liberales y Demócratas (84 escaños) y de los Conservadores (57). En cambio, los Liberales y Demócratas se han sumado a los socialistas y los Verdes (58) para obtener victorias en materia de derechos civiles. Esta legislatura, los 'populares' han votado con los Liberales y Demócratas hasta un 90 por ciento de los asuntos de política económica, y 'sólo' un 66 por ciento con los Socialdemócratas.
Los 'populares' suelen coincidir con el grupo a su derecha, los Conservadores, sobre todo en asuntos de Mercado Interior (92 por ciento) y de Comercio Exterior (82 por ciento) y muy poco en Cultura y Educación (31,58 por ciento) y en cuestiones de Reglamento (37 por ciento). Al otro lado del hemiciclo, los socialistas votan con Izquierda Unitaria en asuntos de Igualdad de Género (91 por ciento) y Medio Ambiente y Salud Pública (84 por ciento) y muy poco en Reglamento (25 por ciento) o control presupuestario (34 por ciento).
"En el Parlamento hay una doble fractura, izquierda frente a derecha y más Europa frente a menos Europa, y depende de qué elemento domine en la votación", explica el profesor de la Universidad Autónoma e investigador del Real Instituto Elcano, Ignacio Molina. Este experto precisa, por ejemplo, que Izquierda Unitaria tiene un componente euroescéptico --en parte por la preeminencia de los partidos nórdicos-- que la aleja en ocasiones de los socialistas.
MUCHO ACUERDO TAMBIÉN ENTRE PPE E IZQUIERDA
Con todo, Molina apunta también que la altísima cantidad de votaciones que no tienen carga ideológica queda patente en el 43 por ciento de votaciones en las que el PPE ha compartido criterio con Izquierda Unitaria, o los Socialdemócratas con los Conservadores.
El investigador de Elcano reconoce que la dinámica real del Parlamento Europeo casa mal con el tono y los discursos de campaña que se hacen en España, pero ve lógico que los partidos se centren en movilizar a sus votantes y subraya que cuánta más participación se logre más legítima será la Cámara. "El problema es que no hay una comunidad política europea, y los políticos parten de ese dato", explica.
Los expertos consultados sí están de acuerdo con los políticos en que la próxima legislatura europea estará más politizada, ya que, si se cumplen las previsiones, habrá un presidente de la Comisión Europea con una orientación política y con el respaldo expreso de una mayoría del Parlamento Europeo, que puede "fijar objetivos, tendencias o límites", según señala Guardans.
UNA CÁMARA MÁS POLITIZADA Y MÁS ATOMIZADA
Y sin embargo, además de más politizada, la Eurocámara estará más atomizada --los liberales tradicionalmente bisagra pueden tener una caída fuerte-- con lo que los grandes acuerdos serán aún más necesarios, ya que el mecanismo de negociación con el Consejo no cambia.
Según la última proyección difundida por el propio Parlamento, la próxima Eurocámara, que tendrá menos diputados, 751 (mayoría absoluta en 376) tendrá 212 diputados 'populares', 208 socialistas, 58 liberales y demócratas, 53 de Izquierda Unitaria, 43 verdes y de Alianza Libre Europea, 40 conservadores y 32 de Europa Por la Libertad y la Democracia (euroescépticos), además 39 no inscritos, frente a los 32 actuales. Un total de 66 figuran como "otros" en la proyección.
Para la doctora Susana del Río, experta en Ciudadanía europea y participación, un Parlamento más politizado será un paso positivo hacia la unión política pero, al mismo tiempo, cree que sería bueno que los grupos sean más capaces de "trascender su voto" y llegar a acuerdos menos previsibles.
"Será bueno que haya que hacer más esfuerzos para pactar, que se refresque la política y las coaliciones tradicionales haciendo una verdadera política europea y llegando a acuerdos", afirma Del Río.
En todo caso, los expertos recuerdan además que, junto a las fracturas ideológicas y a favor o en contra de los Tratados de la UE, está el voto por interés nacional. Con frecuencia en asuntos como Agricultura o Pesca la línea divisoria Norte-Sur. Para Del Río, debe haber "contrapesos y equilibrios" entre todos los criterios de votación, "para que la balanza no caiga de un lado o del otro".