Un 30 por ciento defiende un gobierno de "gran coalición", opción que es muy valorada por los votantes de UPyD, PDOE e IU
MADRID, 27 Nov. (EUROPA PRESS) -
Un sondeo realizado por la revista "Temas", que preside Alfonso Guerra, rebaja a 2,5 puntos la distancia electoral entre el PP y el PSOE, aunque alerta de un declive del apoyo ciudadano a ambos partidos que llevaría a que, sumados los votos de 'populares' y socialistas', estas formaciones sólo alcanzarían el 60 por ciento.
La Encuesta sobre Tendencias Políticas y Electorales realizada por el Grupo de Estudio sobre Tendencias Sociales para la revista "Temas", y recogida por Europa Press, revela que la evolución política de España se encamina hacia un punto "difícil" en el que destaca un debilitamiento de los apoyos electorales a los dos grandes partidos.
De esta forma, el porcentaje de voto del PP se situaría entre el 32,6 y el 29,4 por ciento --en función de una mayor o menor participación-- mientras que el del PSOE se encontraría entre el 30,1 y el 27,3 por ciento en el caso de que se celebraran ahora elecciones.
Esto sumaría un porcentaje de voto de ambos partidos de alrededor del 60 por ciento, cuando en las últimas elecciones celebradas en 2011 la suma superaba el 73 por ciento. En 2008 el apoyo a PP y PSOE fue del 83,8 por ciento, del 83,4 por ciento en 2004 y del 78,7 por ciento en las elecciones del año 2000.
José Félix Tezanos, sociólogo y director de la revista "Temas" advierte en el análisis de la encuesta de que este movimiento tiene lugar sin que tampoco se detecten corrientes potentes de desplazamiento del voto descontento hacia IU y UPyD, que sí incrementarían sus apoyos, pero no de forma determinante.
En este sentido, IU que consiguió un 6,9 por ciento de los votos en las últimas generales, se sitúa entre el 11,8 y el 12,1 por ciento; mientras que UpYD pasaría del 4,7 al 7,8 o 8,9 por ciento de los votos.
Para la publicación dirigida por Guerra, este "declive político" que afecta a PP y PSOE puede conducir a un periodo de inestabilidades y dificultades para conformar mayorías de gobierno capaces de suscitar suficiente respaldo social, además de una erosión importante de la credibilidad de los gobiernos.
Según contempla la encuesta, en unas elecciones generales celebradas en este momento, el PP podría perder en su conjunto más de un tercio de los votos que obtuvo en noviembre de 2011, aunque las posibilidades de que pierda los comicios dependerán de la capacidad del PSOE para frenar su propio desgaste y remontar su actual declive.
RUBALCABA MEJOR VALORADO QUE RAJOY
Además, la encuesta constata que el PSOE tiene en estos momentos la ventaja de contar con un líder --Alfredo Pérez Rubalcaba-- mejor valorado que el presidente del Gobierno y líder del PP, Mariano Rajoy. Mientras que Rubalcaba obtiene una valoración media de 4,09, la nota de Rajoy baja hasta el 2,63.
Asimismo, destaca que el PSOE tiene en estos momentos mayores potencialidades subyacentes de recuperación de voto, debido no sólo al volumen importante de apoyos electorales que ha perdido desde 2010, sino también a la mayor entidad del voto progresista que existe actualmente en España, en buena medida como reacción frente a la crisis.
También se constatan las tendencias hacia una mayor abstención y hacia una mayor crítica ciudadana de la vida política oficial "indican que nos encontramos ante un riesgo importante de devaluación de la política como tal".
GRAN COALICIÓN, OPCIÓN PREFERIDA
Por otra parte, el 69 por ciento de los encuestados opinan que el actual Gobierno no tiene un plan concreto para salir de la crisis. Además, el 42,3 por ciento declara estar muy de acuerdo o bastante de acuerdo con las reivindicaciones y planteamientos del movimiento 15-M.
Otro dato relevante de la encuesta es el tipo de gobierno preferido por los españoles, de manera que la "gran coalición" es la opción preferida por el 29,3 por ciento, mientras que el 14,8 prefiere un gobierno de mayoría absoluta y el 14,1 una mayoría relativa y acuerdos puntuales con otros partidos.
La opción de la gran coalición es muy valorada entre los votantes de IU (42,1 por ciento), UpYD (40 por ciento) el PSOE (39,9 por ciento) y los partidos nacionalistas (37,5). Por el contrario, los votantes del PP prefieren un gobierno de un sólo partido con mayoría absoluta.
VOTO RADICAL DE LAS CLASES MEDIAS
Otra consecuencia de la crisis económica es el impacto que tiene sobre las clases medias, con procesos de deterioro económico y pérdida de estatus que generan "bastante inquietud". Según el análisis del sondeo, estos problemas se acabarían traduciendo en el plano político en múltiples direcciones como votos radicales, votos autoritarios-populistas, xenófobos y reidentitarios y otros sectores "que se envuelvan en las banderas nacionalistas, intentando compensar sus frustraciones y problemas mediante la exaltación primaria de las pulsiones identitarias".
Sin embargo, el sondeo recoge que la mayoría de los ciudadanos se encuentran en una situación de "cierta confusión adscriptiva", de manera que muchos aseguran sentirse a la vez españoles, de su comunidad autónoma, de su municipio y ciudadanos del mundo o europeo. La revista Temas define este movimiento como 'multiciudadanía compleja agregada' que la mayor parte de las personas viven de manera "poco reflexiva y no problemática".
Los datos apuntan hacia una creciente importancia de lo global y lo local mientras que se está reduciendo ligeramente la importancia adscriptiva atribuida a los ámbitos nacionales y regionales-nacionales, sobre todo entre las nuevas generaciones en las zonas donde no existe una reivindicación soberanista fuerte.
Así, entre el conjunto de la población se constata un descenso de la proporción comparativa de personas que se identifican prioritariamente con su región o comunidad autónoma, que han pasado de ser un 41 por ciento en 1995 a un 27,7 por ciento en 2012.
La encuesta también refleja que los ciudadanos atribuyen un gran poder a los bancos (70,1%), seguidos de lejos por el Gobierno (36%). Mientras, el Parlamento aparece en el octavo puesto (16,4%) por debajo de otras instituciones como los jueces, la Iglesia o los medios de comunicación social.