Defiende "la exquisita neutralidad" en campaña electoral y dice que el resto de fiscales catalanes no se pronunciaron sobre el proceso
MADRID, 15 Abr. (EUROPA PRESS) -
El fiscal general del Estado, Eduardo Torres-Dulce, ha explicado este lunes que el trámite para destituir de su cargo al que fuera fiscal superior de Cataluña, Martín Rodríguez Sol, no se debió "exclusivamente" a sus declaraciones apoyando la consulta soberanista, sino que fue el resultado de un proceso de un año en el que se analizó si comprometía los principios que rigen la actuación del Ministerio Público, como son la imparcialidad, la dependencia jerárquica y la unidad de actuación.
El fiscal ha afirmado que la marcha de Rodríguez-Sol no fue "una sanción disciplinaria" y que no vino motivada "exclusivamente ni de manera general" por las declaraciones sobre la consulta soberanista.
Torres-Dulce ha destacado en el Senado que Rodríguez Sol sigue contando con su "respeto profesional y personal" y ha recordado que él mismo propuso su elección en el Consejo Fiscal. Tras su designación, ha señalado que se produjo "un desajuste" desde el punto de vista de la Fiscalía General del Estado durante la campaña electoral y con posterioridad.
Se procedió entonces a analizar si "comprometía los principios y las finalidades del Ministerio Fiscal, básicamente su imparcialidad, el principio de unidad de actuación y la dependencia jerárquica".
"Fue un proceso a lo largo del año y el análisis de que quedaban comprometidas esas finalidades esenciales que comprometen a todos los fiscales, lo que me llevó a esa decisión y no exclusivamente unas declaraciones que forman parte de ese desajuste concreto y determinado", ha explicado.
ESPERAR AL TÉRMINO DE LAS ELECCIONES
Ha contrapuesto esta conducta con la circunstancia de que él no ha hecho ninguna declaración respecto al proceso catalán. "Probablemente, ninguno de los portavoces no habrán leído ni oído ninguna declaración del fiscal jefe de Girona, del fiscal jefe de Lleida ni del fiscal jefe de Tarragona ni del fiscal jefe de Barcelona. Ninguna. Simplemente lo dejo ahí", ha expuesto.
Según ha confesado, la instrucción que impartió a la Fiscalía de Cataluña es que deseaba en ese proceso electoral catalán, como en cualquier otro, la "más exquisita neutralidad" del Ministerio Público con respecto a las actuaciones desarrolladas en campaña electoral.
"Si se producía algún tipo de denuncia o ya estaban judicializadas, se remitieran al órgano judicial que conociera del asunto, y si no, que se abrieran diligencias informativas o de investigación y se esperase al lunes posterior a las elecciones para remitirlas al juzgado correspondiente para que no hubiera una trascendencia pública o que pudiera decirse que la Fiscalía se inclinaba hacia una u otra posibilidad", ha señalado.
Ha defendido su posición de "no interferir jamás" en un proceso electoral, salvo que se cometiera un delito de esta naturaleza, y ha expuesto que adoptaría la misma postura ante los comicios generales. "Me he podido equivocar pero desde mi punto de vista la posición que debía de adoptar el Ministerio Fiscal y, concretamente en algún caso no se adoptó, es la más estricta neutralidad".
Por otra parte, ha señalado que actualmente hay una cuestión de competencia pendiente de ser resuelta por la Sala Segunda del Tribunal Supremo para dirimir si son los Juzgados de Barcelona o de Madrid los competentes para conocer de varias querellas relacionadas con el informe atribuido a la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF). De acuerdo con la jurisprudencia, la Fiscalía entiende que el lugar de la competencia debe ser Madrid.
El fiscal general del Estado, aceptó el pasado marzo la renuncia de Rodríguez Sol, tras la polémica por sus declaraciones a Europa Press en la que dijo que veía legítimo que Cataluña aspire a consultar a sus ciudadanos sobre su futuro político pero avisaba de que actualmente "no existe un marco legal que permita un referéndum sobre la independencia", por lo que apostaba por buscar una alternativa en preguntas que respeten la legalidad.