El responsable de EEUU para América Latina no ve necesario que en cada visita de líderes extranjeros a Cuba se vea a la oposición
MADRID, 9 Ene. (EUROPA PRESS) -
La secretaria de Estado para Iberoamérica, Trinidad Jiménez, recomendó hoy al presidente electo de Estados Unidos, Barack Obama, un "cambio de actitud" hacia Cuba si quiere que su Administración influya en un "proceso de cambio" en la isla.
Jiménez participó esta mañana en la Casa de América en un desayuno informativo con su contraparte estadounidense, el secretario de Estado adjunto para el Hemisferio Occidental, Thomas Shannon, del que se desconoce si desempeñará algún cargo con la Administración de Obama.
La representante del Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación consideró que Cuba es el asunto "más complejo" dentro de las relaciones de Washington con América Latina y subrayó la importancia de que la nueva Administración norteamericana adopte "un cambio de actitud más que de políticas concretas en este momento".
De hecho, dijo no percibir que Estados Unidos vaya a emprender cambios de políticas concretas hacia Cuba "en lo inmediato". Aun así, remarcó que Washington debería iniciar una actitud hacia las autoridades cubanas "de mayor respeto, de no imponer ninguna posición y de no presionar públicamente", en resumen, un comportamiento "más respetuoso en las formas", lo que vale para Cuba "y el resto de América Latina".
Jiménez también abogó por que Estados Unidos ponga fin al embargo sobre Cuba, si no de manera inmediata, al menos en el futuro y afirmó percibir la existencia de una "disposición" por parte de Raúl Castro "a un entendimiento y diálogo, sea en un plano más informal" con Estados Unidos. A su juicio, "en la medida en que haya gestos por un lado, puede haberlos por el otro".
La secretaria destacó que Estados Unidos y Cuba "empiezan a estar de acuerdo" en una cosa, que cualquier proceso que pueda iniciarse en la isla debe proceder "del propio Gobierno cubano". Además, la incorporación de Cuba al Grupo de Río o la normalización de las relaciones que mantiene con el resto de la región "obligan" a Washington, consideró la secretaria, a "mantener una posición diferente" hacia la isla.
Preguntados si los jefes de Gobierno extranjeros o sus ministros de Exteriores que visiten Cuba deben reunirse de forma pública con la oposición democrática, Shannon destacó la importancia de que los países que trabajan dentro de Cuba tengan acceso "a la diversidad de la vida en Cuba".
"Esto no quiere decir --precisó-- que cada visita requiera una agenda fija, porque no estamos hablando sólo de visitas, sino de cosas más amplias, de cómo ver una transformación dentro de Cuba y ayudar a los cubanos a buscar una manera de multilateralizar su país con el resto del mundo".
CONSEGUIR LIBERACIONES DE PRESOS
"Lo importante --añadió-- es inculcar los derechos humanos, la importancia del proceso de democratización pero especialmente buscar una manera de convencer a los cubanos de liberar a sus presos políticos y abrir un espacio para un diálogo nacional".
En la visita que el jefe de la diplomacia española, Miguel Angel Moratinos, realizó a Cuba en abril de 2007, no se reunió con la disidencia, aunque encargó esa tarea a su entonces director general para América Latina, Javier Sandomingo, una vez que el ministro hubiera abandonado la isla.
Meses antes, en septiembre de 2006, el entonces secretario de Estado de Asuntos Exteriores, Bernardino León, (hoy secretario general de la Presidencia), sí mantuvo conversaciones con la disidencia durante un viaje a la isla.
Trinidad Jiménez reiteró hoy que el Ejecutivo español mantiene contactos con "todos los sectores" de la sociedad cubana "desde la base del respeto y las normas que la diplomacia va fijando en cada momento".
En un ámbito más general, Shannon reveló haber aconsejado al equipo de Obama que "profundice" la relación con España porque para tener "éxito" en América Latina, Washington necesita mantener unas relaciones "fluidas" con el resto de países terceros con intereses en la región, como España y Portugal.
Shannon admitió que Estados Unidos ve "con mucha preocupación" la presencia de Irán en América Latina y por eso trata de "controlar" esa presencia y subrayó que la prioridad "número uno" de la agenda de Estados Unidos con México y Centroamérica, en particular Guatemala, es la "lucha contra el crimen organizado y el narcotráfico", que amenaza el Estado democrático.
En este contexto enmarcó la decisión de Obama de recibir en Estados Unidos al presidente de México, Felipe Calderón, antes de ser investido el próximo 20 de enero, aunque matizó que debe ser el equipo del presidente electo el que explique por qué Calderón será el único dirigente extranjero al que reciba antes de su toma de posesión.
Shannon explicó que ambos países estudian cómo mejorar su coordinación policial y fiscal para luchar contra el tráfico de drogas y armas por parte de los carteles mexicanos.
Los dos responsables políticos coincidieron en que el ascenso de la población indígena en los países andinos es producto de un proceso de democratización en esos países, aunque Shannon señaló que en algunos de estos países, en alusión a Bolivia, este cambio está teniendo lugar de forma más conflictiva en términos de política interna.
Como conclusión, el secretario de Estado adjunto norteamericano auguró que "no va a haber un gran cambio" en la manera en la que la Administración Obama va a "entender la región" de América Latina.