UPyD exige la dimisión de Agustín González (PP) como presidente de Caja de Ávila

ÁVILA 2 Ene. (EUROPA PRESS) -

Unión, Progreso y Democracia (UPyD) de Ávila ha exigido a Agustín González que dimita como presidente de Caja de Ávila y consejero delegado de Bankia tras conocerse que cobró 224.000 euros de ambas entidades financieras durante 2011. A juicio de la formación magenta, existe "una incompatibilidad ética y moral con las retribuciones" que percibe de la caja y el nuevo banco.

El coordinador local de UPyD, Manuel Vicente, a través de un comunicado recogido por Europa Press, advierte de que "en época de crisis y tiempo de recortes, González se convierte en el modelo que no se debe seguir porque es el claro ejemplo del abuso y del egoísmo de algunos cargos públicos, que acumulan numerosos cargos bajo la excusa y el falso criterio de prestar un servicio público", cuando en realidad, a su juicio, lo que consiguen es acumular privilegios y enriquecerse a base de dietas, de pagos y de beneficios en la concesión de productos bancarios que les son negados a otros ciudadanos.

"Aquellos que han colaborado en llevar a las cajas de ahorro al precipicio continúan lucrándose en ellas sin que se les exija responsabilidad alguna sobre sus actuaciones en las mismas", ha apostillado.

Es por ello, ha señalado Vicente, que UPyD pide a Agustín González que renuncie a alguno de sus cargos", y apunta al respecto que la formación magenta defiende la "urgente despolitización de las cajas de ahorro, depurando responsabilidades y saneando bajo control público las cajas quebradas para que, con gestores realmente profesionales, puedan volver a ser la banca de los pequeños ahorradores e inversores.

Asimismo, este partido propugna que "las indemnizaciones, bonificaciones y privilegios de los cargos de las cajas saneadas sean limitados drásticamente o eliminados".

Por otra parte, Vicente ha pedido a las entidades financieras que publiquen la totalidad de las partidas dedicadas al pago de retribuciones, indemnizaciones, prejubilaciones y jubilaciones de los cargos políticos y directivos de las cajas de ahorro, así como los gastos que algunos altos directivos o miembros de los consejos de administración cargan a las tarjetas de crédito de las entidades financieras, además de los gastos en protocolo o en coches oficiales.