MEXICO DF, 6 Ago. (EUROPA PRESS/Paulino Guerra) -
La vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, dio ayer el apoyo del Ejecutivo español a las recomendaciones del Comité Olímpico Internacional (COI), suscrito también por el Comité Olímpico Español (COE) de que los deportistas no hagan declaraciones políticas durante la celebración de los Juegos Olímpicos en China. Asimismo, expresó su respeto por la decisión del juez Santiago Pedraz indicando que no ve que esa decisión genere un conflicto diplomático con China.
El juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz acordó hoy abrir una investigación contra dos ministros y cinco altos cargos de la República Popular China por la represión que se produjo en marzo pasado en el Tíbet y que, según las asociaciones querellantes, causaron "al menos 203 muertos, más de 1.000 lesionados graves y 5.972 detenidos ilegales y desaparecidos".
En una rueda de prensa celebrada en México, De la Vega expresó su respeto por la decisión de la Audiencia Nacional, que según recordó está basada en la jurisdicción universal que existe en España. La vicepresidenta descartó que la decisión judicial provoque un conflicto diplomático con el Gobierno chino, indicando que en las relaciones diplomáticas siempre se produce una explicación cuando se produce un hecho que pueda sorprender por su origen y funcionamiento. En este caso, probablemente, la diplomacia española se pondrá en contacto con la china para aclarar la situación.
De la Vega añadió que las autoridades chinas conocen el funcionamiento de la legislación española y que por lo tanto no se producirá ningún conflicto diplomático. "Es una decisión adoptada por el poder judicial que en España es independiente y actúa de acuerdo con sus criterios, que todos debemos apoyar", argumentó.
APOYO AL COI
En cuanto a la decisión del Comité Olímpico Internacional, apoyado también por el Comité Olímpico Español, De la Vega respondió que "la familia olímpica tiene sus propias normas que hay que respetar". En este sentido recordó que "la Carta Olímpica en su norma 50.3 establece que en la villa olímpica esta prohibido hablar o realizar cualquier manifestación o propaganda política, religiosa o racial".
"Por lo tanto la posición es clara. Desde esa perspectiva es lógico que se respeten las reglas que la familia olímpica se ha dado, más allá de cada deportista tenga su manera de pensar. Pero una cosa es que tenga su manera de pensar y otra que no respete las normas que están establecidas", concluyó.