Saluda la gran coalición alemana, le sorprende que Solbes se viera solo en el Gobierno y dice que con Aznar le costaba más mantener las formas
MADRID, 27 Nov. (EUROPA PRESS) -
El expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero cree que el actual jefe del Ejecutivo, Mariano Rajoy, se habrá dado cuenta de que salir de la crisis "no era tan fácil como algunos decían", después de dos años de gobernar "y ver que las cosas todavía están como están".
En una entrevista en Antena 3 recogida por Europa Press, ha dicho además que está seguro de que Rajoy ha tenido el "dilema" de si bajar o no impuestos para incentivar el ahorro y así financiar la inversión, que es la segunda gran necesidad de la economía española junto a la reducción del déficit. "Estimular el ahorro con impuestos altos es difícil", ha apuntado.
Zapatero ha dicho entender que, cuando él era presidente, todas las críticas por la gestión económica se volcasen en él, pero cree que ahora los 'populares' están viendo que "la crisis es muy profunda" y que España, como miembro de la eurozona, tiene "sólo una parte de los instrumentos de reacción", un "hándicap" que históricamente no existía.
De hecho, ha defendido que la velocidad de salida de la crisis va a depender esencialmente de lo "expansivo" que sea el Banco Central Europeo, porque "esta es una crisis de liquidez" y la diferencia entre Europa y Estados Unidos es que allí la Reserva Federal se ha puesto a "imprimir billetes".
SALUDA LA 'GRAN COALICIÓN'
A su juicio, lo que haga el BCE será más importante para salir de la crisis que el acuerdo "positivo" de 'gran coalición' recién alcanzado en Alemania para que los socialdemócratas del SPD gobiernen con Angela Merkel. Para Zapatero, ahora Alemania "tirará" más de la demanda europea, porque el SPD tiene como "obsesión" la creación de un salario mínimo y eso será fundamental para impulsar el consumo de los alemanes.
Zapatero ha evitado criticar al Gobierno, pero no por una cuestión de mala conciencia por sus políticas, sino porque ha decidido que como expresidente su prioridad es que España "mejore" y no dirá "ni una palabra" que pueda "hacer dudar de la confianza en el futuro", especialmente por la repercusión que sus palabras pueden tener en el extranjero.
También ha querido ser respetuoso con el que fuera su vicepresidente económico, Pedro Solbes, pero ha dicho que le "sorprende" su afirmación de que se sintió "totalmente" solo en el Gobierno: "Yo siempre le veía muy acompañado, todos le acompañamos y en una tarea de equipo siempre se siente una solidaridad". Zapatero ha dicho que nunca ha criticado a ninguno de sus ministros y que ninguno de ellos ha dicho nada parecido a lo de Solbes.
SE RECONOCE COMO "BAMBI", PERO CON AZNAR LE COSTABA CONTENERSE
Y ha defendido que esa forma de ser suya no es "impostada", ha lamentado que políticos y periodistas siempre pongan el acento en las divisiones y ha llamado a mantener una "cultura democrática de respeto" a las instituciones y a las personas. Eso sí, ha reconocido que en sus enfrentamientos políticos con quien más le costaba "contenerse" era con su antecesor en la Moncloa, José María Aznar.
Zapatero ha dicho que le resulta "insoportable" la "soberbia" y cree que "cuanto más poder se tenga hay que ser lo más humilde posible". Y ha recordado que cuando en los mítines sus seguidores le pedían que diera caña al PP él les respondía que había que "darles ejemplo". "Sí, soy Bambi", ha reconocido en un momento de la entrevista cuando le han recordado el apodo que tuvo como líder de la oposición.
El exjefe del Ejecutivo ha lamentado que los políticos tiendan más a criticar al contrario que a hacer autocrítica y ha subrayado también que "desde los grandes acuerdos de la Transición" no ha vuelto a darse una situación de "confianza" entre los grandes partidos.
EL 27 DE MAYO DE 2010, EL MÁS DIFÍCIL EN EL PARLAMENTO
Este asunto lo ha mencionado a raíz del que considera el "momento más difícil parlamentariamente" de sus dos mandatos, la aprobación del paquete de recortes de mayo de 2010 el día 27 de ese mes. Zapatero siempre ha lamentado que el PP votase en contra de esas medidas, aunque ha reconocido que no sabe qué habría hecho él, aunque sí lo "habría pensado mucho".
El entonces presidente está convencido de que, de no haber aprobado esas medidas, España "habría entrado en lista de rescate", pero ha reconocido que no se lo planteó a Rajoy "tan dramáticamente" cuando le pidió que no votara en contra.
Igual que hace en su libro ('El Dilema', de Planeta) Zapatero ha relatado pormenorizadamente esa jornada parlamentaria y también los días que precedieron al anuncio de los recortes el 12 de mayo de 2010. De ese relato ha destacado una conversación con el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, que le dijo que "los mercados sólo entienden un lenguaje, cuando se toman medidas que de verdad duelan".
OPERACIÓN DEL REY
Y ha recordado que el mismo día en que se produjo esa llamada el Rey se sometía a una operación de pulmón y él, como presidente del Gobierno, era "de los cuatro o cinco" que sabían que su dolencia podría haber sido más grave de lo que resultó ser y había "mucha tensión" sobre qué habría que decir "a la opinión pública".
En cambio, ha afirmado que en sus conversaciones con el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, o con el chino Hu Jintao, éstos le dieron sobre todo "comprensión y respaldo". También ha relatado que el 12 de mayo recibió el mensaje "más cariñoso" que le había enviado hasta entonces el expresidente Felipe González: "He visto liderazgo, cuenta con mi apoyo".
Zapatero ha vuelto a hablar de error de percepción en el diagnóstico de la crisis, pero insistiendo en que el colapso financiero de 2002 no lo previó nadie.
Además, ha esquivado las preguntas sobre quienes le consideran el peor presidente de la democracia o sobre si tiene mala conciencia por cómo gobernó, dejando claro que no le corresponde a él hacer ese juicio. Y ha relatado como, en un reciente encuentro con estudiantes norteamericanos, ha comprobado cómo la visión estadounidense del liderazgo es actuar por interés del país, aunque sea en contra de los intereses personales y partidarios.