MADRID, 21 Sep. (EUROPA PRESS) -
El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ha insistido este miércoles en que, "a la luz de la mejor lectura" de la Constitución, no es necesario someter a referéndum la reforma de la Carta Magna pactada por PSOE y PP sobre la estabilidad presupuestaria y ha subrayado que si los diputados de su grupo no han pedido formalmente la convocatoria de una consulta no ha sido por "disciplina" interna, sino por "responsabilidad".
Así ha respondido Zapatero a la pregunta que la diputada de Nafarroa Bai, Uxue Barkos, le ha formulado en la última sesión de control al Gobierno en el Congreso de la IX legislatura. Barkos espetó a Zapatero que una de las "interrogantes" que quedan al final de su mandato es "el valor" de su "palabra" y le recordó que cuando fue investido presidente en 2004 una de las cosas que prometió fue promover una "democracia cívica" en la que los ciudadanos se sientan "cada día" como tales.
También le reprochó que, pese a esta promesa, ahora no permita que los ciudadanos opinen sobre la primera reforma de la Constitución "con cierta hondura" que se ha realizado desde 1978.
El presidente rehusó entrar en el cuerpo a cuerpo y se limitó a repetir que la propia Constitución establece que sólo deben someterse a referéndum aquellas reformas que afectan a "los principios fundamentales del Estado o a los derechos fundamentales" y que la que se acaba de aprobar "no está dentro de esa categoría".
En este contexto, defendió como "impecable desde el punto de vista constitucional" el procedimiento seguido para una reforma que, según abundó, se ha producido en medio de la crisis económica "más fuerte de los últimos 80 años", que ha provocado una "situación grave y extraordinaria" y que, además, va a llevar a otros países europeos a tocar también sus leyes fundamentales en el mismo sentido.
REÚNAN LAS 35 FIRMAS, SI PUEDEN
"La reforma no altera los principios esenciales de la Constitución", ha enfatizado, no sin recordar a Barkos que si los diputados alcanzan un "quorum determinado" pueden forzar una consulta popular. Para lograr ese objetivo es imprescindible el concurso de 35 diputados.
Barkos le replicó que, si bien la Carta Magna no hace obligatorio un referéndum en este caso, tampoco "prohíbe o constriñe la voluntad política". También rechazó los "argumentos de urgencia" esgrimidos por el Ejecutivo, recordando que la modificación constitucional no se aplicará hasta 2020", y los de "excepcionalidad" que también se han escuchado desde Moncloa.
Tras subrayar que tampoco se puede "invocar" la "crisis", la diputada de Nafarroa Bai destacó que sólo las "llamadas al orden" y la "disciplina férrea" han evitado que algunos diputados del PSOE plasmen su firma en la solicitud de referéndum que han promovido ERC, IU, ICV, BNG, UPyD, CC y la propia Na-Bai. Sólo el exsecretario general de Comisiones Obreras y diputado del Grupo Socialista por Madrid Antonio Gutiérrez se ha sumado a esta iniciativa con su rúbrica.
"UNA VICTORIA PÍRRICA"
Para Barkos, esto no es más que una "victoria pírrica" de Zapatero y un "mal broche" para su mandato porque en estos ocho años "ha llovido mucho" y los "compromisos básicos" que adquirió en su primera sesión de investidura han quedado "en papel mojado".
En su último turno, Zapatero dijo esperar que la "misma libertad" que se concede Barkos a sí misma como diputada se la reconozca también al resto de los miembros de la Cámara y dejó claro que si los diputados del PSOE no han pedido un referéndum ha sido por "su propio compromiso político, su voluntad íntima y su sentido de la responsabilidad política".