LAS PALMAS/MADRID, 20 Ago. (EUROPA PRESS) -
En su primera intervención pública desde que comenzara las vacaciones estivales, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, no podía eludir los dos temas candentes de la actualidad. El jefe del Ejecutivo respondió ayer al último comunicado de la banda terrorista ETA y a las declaraciones de los dirigentes de Batasuna que "lo único que está en crisis, total y definitiva, es la violencia, quien ampara la violencia y quien se queda detrás de la violencia".
También se refirió a la grave crisis que viven las Islas Canarias con la avalancha de 'cayucos', para lo cual el Gobierno apuesta por "la cooperación política, económica y social" con los países de origen de la inmigración y "exigir nuevos compromisos a la UE". En este sentido, anunció que en los próximos días, el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, y la vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, viajarán a Senegal y Finlandia, respectivamente, para atajar este dramático problema.
Rodríguez Zapatero, que intervino en un mitin celebrado en el auditorio Alfredo Kraus de Las Palmas de Gran Canaria, respondía de esta forma al último comunicado de ETA, en el que advertía que el proceso de paz está en crisis por culpa de PSOE y PNV, y a las recientes intervenciones de los dirigentes de la ilegalizada Batasuna. "Lo único que está en crisis, total y definitiva, es la violencia, quien ampara la violencia y quien se queda detrás de la violencia", sentenció, al tiempo que aseguró que para llegar a la paz "el único camino que vamos a transitar es de la legalidad y la democracia".
En un claro mensaje a la formación abertzale, el presidente del Gobierno aseveró que se cumplirá "cada uno de los principios" de la democracia "empezando por la Ley de Partidos", porque "quien quiera defender sus ideas democráticamente tiene que respetar la legalidad". En este sentido, Zapatero quiso agradecer "a todos los partidos, incluso a aquellos que nos critican" el apoyo que le están ofreciendo en ese trabajo "duro por el empeño de la paz y del fin de la violencia".
"La convivencia, la libertad y la defensa de la paz son un camino adecuado para llevar adelante un fortalecimiento de los derechos de la ciudadanía, de quebrar desigualdades sociales e injusticias históricas", proclamó para cerrar su alusión a la situación en Euskadi, sintiéndose "muy orgulloso" de que España vaya a duplicar los fondos en "la lucha contra la pobreza". Según subrayó, la lucha contra la pobreza y la desigualdad es "el único camino real que nos puede hacer enfrentar el fenómeno de la inmigración irregular".
UN PAÍS COMPROMETIDO
El presidente del Gobierno no se olvidó de hacer referencia a uno de los pilares del ejecutivo: "el deseo de la paz en todo el mundo". Y, en esa "tarea emprendida" que "ha dado frutos, está dando frutos y va a dar mejores resultados", Zapatero aseguró que "no nos han importado los gritos de la derecha, ni nos ha importado lo que dijeran los gobiernos más poderosos del mundo".
Según aseguró, uno de los "frutos" de esa nueva política en España es que, esa misma tarde, le llamó por teléfono el secretario general de la ONU, Kofi Annan, para pedirle "que España aporte soldados para garantizar la paz en Líbano, después de una intervención militar que no ha resuelto nada". "Fijaros cómo han cambiado las cosas, todos sabíamos quién llamaba antes para pedir soldados", resaltó, destacando como un golpe de timón que su Ejecutivo está "comprometido con la paz, con Naciones Unidas y la legalidad internacional".
"Hemos tenido ya la experiencia de Irak y otras similares que no nos llevan a ningún lado, ni más seguridad, ni un orden internacional más justo", argumentó. "La violencia es el peor camino para resolver cualquier situación", subrayó y, por ello, "hemos trabajado siempre por la paz, porque es el camino más seguro para la libertad y la democracia".
EL DESAFIO DE LA INMIGRACIÓN
Tras expresar su reconocimiento a todos los trabajadores que están "atendiendo inmigrantes con toda su entrega" y a la sociedad canaria "por su actitud solidaria, comprensiva y ejemplar" con los cientos de irregulares que llegan todos los días a las islas, Zapatero admitió que este "desafío" es "de largo alcance y nos va a exigir una tarea intensa, sostenida y profunda". "Hay que implicar a la UE y a los gobiernos de aquellos países de donde proviene la inmigración", resaltó.
Así, el presidente del Ejecutivo socialista anunció que en los próximos días el ministro del Interior viajará a Senegal para "exigir que se cumplan los compromisos adquiridos y ofrecer nuevas ayudas para que eviten la continua salida de ciudadanos que vienen desde la miseria". "Vamos a aumentar los esfuerzos y los medios, primero en la cooperación política, económica y social con los países de origen de la inmigración, estableciendo nuevos compromisos, nuevas ayudas y exigiendo que cumplan los adquiridos", aseguró.
Sin embargo, también explicó que esa situación en los países de origen sólo cambiará si "la UE asume que los desafíos que tiene por delante están más allá de sus fronteras". "Africa necesita a Europa y España tiene que marcar esa dirección", consideró. "Vamos a reclamar a Europa que se comprometa más con su frontera Sur", afirmó, antes de anunciar que la vicepresidenta del Gobierno viajará, también próximamente, a Finlandia -que ostenta la Presidencia de la UE- para "exigir nuevos compromisos a Europa ante el desafío de la inmigración irregular".