Zapatero subraya que la consulta no se va a celebrar pero que "algo hay que hacer" entre Cataluña y España

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EUROPA PRESS
Actualizado: viernes, 13 diciembre 2013 14:42

Apuesta por la reforma constitucional que propone el PSOE para hacer posibles aspectos del 'Estatut' que no permitió el Constitucional

MADRID, 13 Dic. (EUROPA PRESS) -

El expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero ha subrayado este viernes que la consulta anunciada por el presidente de la Generalitat, Artur Mas, "no se va a hacer, no se puede hacer", pero cree también que "algo hay que hacer con el diálogo entre Cataluña y España".

En concreto, ha apostado por seguir la vía de la reforma constitucional que propone el PSOE para hacer posibles reformas políticas que se aprobaron en el Estatuto catalán pero que luego no permitió la sentencia del Tribunal Constitucional. En esa tarea, "que exige un gran consenso y muchas horas de diálogo", cree que el PP tiene una "gran responsabilidad" porque en su día recurrió el 'Estatut', pero sobre todo CiU "no puede negar" que con la Constitución de 1978 Cataluña ha vivido sus mejores años.

En una entrevista en La Sexta recogida por Europa Press, Zapatero ha llamado a "recuperar el diálogo" con las fuerzas nacionalistas catalanas, en particular con CiU --que apoyó la Constitución de 1978-- y hacerlo de manera pública y democrática, con la presencia de Artur Mas en el Congreso de los Diputados, para "desfacer entuertos" y "abrir vías".

Con ese diálogo, Zapatero cree que habría que retroceder al día de la sentencia del Tribunal Constitucional (TC) que recortó el Estatuto catalán. En su opinión, aunque esos recortes fueron "de alcance limitado", la actual "insatisfacción" de Cataluña, si bien ha crecido por la crisis económica, tiene su origen precisamente una sentencia que recortó un texto apoyado en referéndum.

Zapatero ha desvelado que él no está de acuerdo con la sentencia del TC sobre el 'Estatut', pero ha añadido que la acata y la respeta igual que otras que sí le gustaron, como la que avaló la ley del matrimonio homosexual.

Por eso, cree que para resolver la tensión soberanista en Cataluña no basta con que PSOE y PP se pongan de acuerdo en rechazar la consulta, sino que hace falta "capacidad de diálogo", porque cree que "tienen que pasar muchas cosas en los próximos meses". En su opinión, ahora la política necesita "gran liderazgo" y "no excitar las tensiones y los desafectos", que es lo que "les gustaría a los más radicales, los que ponen la víscera por encima de la razón".

Ese llamamiento al diálogo es lo que Zapatero cree que faltó en la declaración del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, que por lo demás considera "política y formalmente adecuada". El expresidente coincide en que ni el presidente ni una mayoría parlamentaria pueden ignorar lo que dice la Constitución, y que eso es precisamente la "garantía" de la democracia.

"LAS REGLAS ESTÁN CLARAS Y MAS LAS CONOCE"

"Las reglas están muy claras, las conoce muy bien Mas y sabe que esa consulta no se puede celebrar, el ordenamiento jurídico no lo permite", ha proseguido, subrayando que ningún juez ni ningún funcionario participará en un escenario ilegal. En todo caso, ha dicho que le "sorprendería extraordinariamente" que políticos a los que tiene "por demócratas" optasen por esa vía.

En su opinión, Mas ha hecho este anuncio obligado por la dinámica en la que se había metido, con presiones de ERC y en una situación en la que sólo podía seguir por este camino "a ninguna parte o irse", y también "porque el clima en los últimos meses estaba decayendo un poco".

PREGUNTAS "ININTELIGIBLES"

En este sentido, ha recalcado que los partidos que respaldan la consulta proponen dos preguntas porque no han podido acordar una y cree que hasta en esas preguntas "ininteligibles" se ve que la consulta es "inviable".

Y ha añadido que, junto a las preguntas sobre si Cataluña debe ser un Estado y éste independiente, deberían añadir "es usted consciente de que si vota esto está votando la salida de la UE?" porque el mensaje no puede ser "aquí no pasa nada".

Zapatero ha aprovechado para dejar claro que los referendos deben ser "de ratificación", no "de alternativa", porque estos "dividen" y porque un asunto puede ganarse por un 52 por ciento frente a un 48 por ciento y al cabo de un año "los del 48 por ciento pueden querer ganar a los del 52".

De hecho, ha afirmado que los referendos no le parecen un "instrumento útil de gobierno", incluso ha recordado que Felipe González suele decir que se equivocó convocando el relativo a la permanencia de España en la OTAN.

Zapatero ha argumentado que, por un lado, en los referendos no se contesta lo que se pregunta, sino a favor o en contra del Gobierno de turno y, en segundo lugar, porque es partidario de una democracia como la española, representativa, donde los políticos toman decisiones y luego rinden cuentas en las urnas cada cuatro años.

SOMETEMOS A CONSULTA LOS RECORTES Y ¿QUIÉN PAGA LAS PENSIONES?

Así, ve "populista" y "mucho más fácil" decir "que decida el pueblo", pero ha avisado de que todo es más complejo: "Sometamos a referéndum los recortes, va a salir que no seguro y al día siguiente, ¿quién paga las pensiones si los mercados dicen que no?, ¿viene el pueblo en asamblea a pagar las pensiones?", se ha preguntado.

Con estos argumentos ha explicado su decisión de promover una reforma constitucional en agosto de 2011 sin someterla a referéndum. También ha justificado su decisión de hacer recortes, en mayo de 2010, en lugar de dimitir y convocar elecciones, como habrían deseado algunos socialistas.

Sin embargo, Zapatero ha argumentado que eso habría generado unos meses de inestabilidad y, además, habría puesto en difícil situación al propio PSOE, que podría ganar las elecciones haciendo campaña contra los recortes "y los habría tenido que hacer" en el Gobierno. Preguntado entonces por la campaña que hizo el PP en las últimas elecciones, ha ironizado con que el PP "fue optimista en su programa electoral".

SIN AVAL A SUS RECORTES DE 2010, HABRÍA DIMITIDO

Según ha dicho, en ese momento optó por "arrojar la toalla de la contienda política", intentar ser útil y, sabiendo que no iba a volver a ser candidato, intentar cargar él con el lastre y que su partido quedase "un poco preservado".

Eso sí, ha asegurado que si sus recortes no hubieran recibido el aval del Congreso --se aprobaron sólo por un voto-- sí se habría marchado, y ha dicho que incluso estaba preparado para anunciarlo en los pasillos de la Cámara.

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