Actualizado 26/06/2007 14:32

Julio Bienert es "Julius", el cocinero más joven de la pequeña pantalla

EL JOVEN, PUPILO DE KARLOS ARGUIÑANO, ES PIONERO EN RECETAS RÁPIDAS Y FÁCILES PARA JÓVENES, SOLTEROS Y GENTE CON PRISA

Julio Bienert es el cocinero más joven de la pequeña pantalla, pupilo del veterano Karlos Arguiñano, acaba de presentar su primer libro de cocina, "22 minutos". Un práctico recetario que enseña a preparar en pocos minutos ricos manjares, una inestimable ayuda para todos aquellos a los que las prisas no les permiten experimentar entre fogones. Desde que este joven cocinero llegó por pura casualidad al Canal Cocina su programa "22 minutos" le ha convertido en uno de los cocineros más solicitados de la pequeña pantalla. Su programa es líder de audiencia del canal y a la redacción no paran de llegar nuevas consultas que él mismo contesta personalmente y con rigor, su forma de hacer ya se ha convertido en una alternativa a los formatos convencionales de programas de cocina. Menús sencillos de elaborar, con ingredientes y productos sanos que pueden cocinarse en un tiempo mínimo y con unos conocimientos básicos, esa es la arriesgada apuesta de Julius.

-¿De dónde te viene esa pasión por la cocina?

-Desde que era pequeño, en mi casa, de mi abuela y de mi madre pero también de mi padre y de mi abuelo, dos grandes gourmets a los que les encanta comer. Los primeros percebes que comí fueron cosa de mi abuelito. Siempre estaba detrás de las faldas de mi madre y mi abuela mirando lo que hacían, luego empecé a jugar y experimentar entre fogones, ahora no podría vivir sin la cocina.

-¿Qué te está pareciendo la experiencia televisiva?

-Bastante más dura de lo que pensaba, nunca imaginé que midiendo más de dos metros pudiese acabar en televisión. El programa es muy divertido, recibo una cantidad impresionante de mails diarios y resulta muy gratificante ver como la gente se anima a cocinar gracias a mí.

-¿Qué te cuesta más?

-Decidir las recetas que haremos cada mes, ese es un trabajo que lleva muchas horas de esfuerzo. Ajustar los tiempos de los platos a esos veintidós minutos no es algo que salga a la primera.

-Has sido pupilo de Arguiñano...

-No he tenido nunca la oportunidad de trabajar con él pero si en su escuela. Fue una de las personas que más me motivó a la hora de dedicarme a la cocina, siempre me ha inspirado ver su desparpajo y su amor por la cocina.

-¿Qué es lo que más te piden?

-Cenas románticas, la gente quiere saber como conquistar a alguien a través de la comida. Cada vez hay más hombres que quieren sorprender a su pareja demostrando que son capaces dentro de la cocina.

-¿Se puede conquistar a alguien por el paladar?

-A mi sí, seguro.

-¿No eres demasiado crítico?

-Al contrario, soy muy crítico con lo que yo preparo pero cuando se trata de otros lo paso todo, me gusta mucho que me den de comer, saboreo más lo que hacen otros y cuando las cosas están hechas con cariño siempre están bien hechas. Mis favoritos son los platos de cuchara, la fabada me vuelve loco. También soy muy de bocadillos, me encanta experimentar con ellos.

-¿Se cumple contigo eso de en casa del herrero cuchillo de palo ?

-Así es, por eso me gustan tantos los bocadillos. Después de estar todo el día cocinando me gusta llegar a casa y que la comida este hecha.

-¿Hay que tener una mano especial para la cocina?

-Mi cocina es asequible a cualquier bolsillo y a todo tipo de manos. Cocinar es muy sencillo, cualquiera de nosotros puede cocinar, lo demuestro cada día en mi programa. La técnica se va adquiriendo con la práctica, yo mismo seré ayudante de cocina hasta que me muera.

-¿Nos puedes desvelar algún truco?

-Hay uno muy práctico: cuando la comida queda demasiado salada se le hecha patata y listo.