El Ejército recibe su primer avión no tripulado, un prototipo desarrollado por INTA con cámara y sensores infrarrojos

Actualizado: miércoles, 8 noviembre 2006 20:35

Un grupo de 26 oficiales y suboficiales de Tierra culminan el periodo de formación para operar los primeros UAV españoles

MADRID, 8 Nov. (EUROPA PRESS) -

El Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial (INTA) ha entregado al Ejército de Tierra las primeras unidades del demostrador de avión no tripulado SIVA (Sistema Integrado de Vigilancia Aérea), un prototipo con tecnología totalmente española capaz de alcanzar los 13.000 pies de altura, con una velocidad máxima de 190 kilómetros por hora en un radio de acción de 150 kilómetros y con una autonomía de siete horas.

Según una información publicada por la Revista Española de Defensa y recogida por Europa Press, el acto de entrega de este sistema de vehículos aéreos no tripulados (UAV, por sus siglas en inglés) tuvo lugar el pasado 20 de septiembre en una ceremonia celebrada en la sede del INTA.

Durante el acto, el Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial hizo entrega de las primeras unidades del SIVA y otorgó a 26 oficiales y suboficiales de Tierra los certificados para operar y mantener estas aeronaves no tripuladas. El grupo de militares del Ejército culminó así el periodo de formación, de un once meses de duración, para poder manejar este nuevo sistema de armas, que todavía está en fase de desarrollo.

El subdirector general de Coordinación y Planes del INTA, general de División del Ejército del Aire José Luis Martínez Climent, destacó durante la ceremonia que la incorporación de esta nueva tecnología abre una nueva fase en las Fuerzas Armadas. "Será necesario que transcurra el tiempo para que recordemos la importancia de lo que estamos haciendo ahora: iniciar una etapa en el uso de todo un nuevo sistema de armas", dijo.

Por su parte, el jefe de la División de Planes del Estado Mayor del Ejército (EME), general de División José Luis López Rose, subrayó que la llegada del sistema SIVA supone "un hito muy importante en el dilatado esfuerzo realizar para dotar al Ejército de Tierra de medios hoy necesarios en todas las Fuerzas Armadas modernas"

El Sistema Integrado de Vigilancia Aérea está compuesto por cuatro vehículos aéreos no tripulados contenidos en una misma unidad de transporte y preparados para ser lanzados de una estación de control móvil. Las aeronaves pueden realizar vigilancia y observación de forma automática al estar dotadas de una cámara CCD (espectro visible) y un sensor de infrarrojos (FLIR).

El vuelo de cada avión no pilotado se programa previamente desde la estación de control, en la que se reciben simultáneamente las imágenes captadas desde el aire. Una vez concluida la misión, el UAV puede aterrizar siendo manejado por control remoto por un piloto en tierra o puede recuperarse con un paracaídas que lleva incorporado junto a unos airbags para amortiguar la caída.

Tras iniciar el proyecto en 1998 y tras desarrollar siete prototipos diferentes, el INTA ha conseguido con el actual demostrador SIVA un sistema capaz de completar misiones de vigilancia e información de forma automática, con un radio de acción de 150 kilómetros.

Este programa servirá de base para el proyecto Milano, que tiene el objetivo de conseguir una plataforma no tripulada con mayor autonomía de vuelo y mayores posibilidades de carga, con comunicaciones vía satélite incorporadas y con capacidad de despegue y aterrizaje automático.

El Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial también está trabajando desde hace un año y medio en otro importante programa con plataforma UAV, el denominado proyecto Sancho, con el que busca desarrollar un dirigible que pueda realizar misiones de vigilancia, observación de catástrofes naturales y transmisiones desde una altura de 20.000 metros, de tal modo que no interfiera en el tráfico aéreo comercial. El prototipo con el que trabaja en la actualidad, un dirigible de 21 metros de longitud, consigue operar a 4.000 metros de altura.