Da la razón a Francia por reprochar a España que su proceso de regularización masiva de inmigrantes le afecta
MADRID, 16 Mar. (EUROPA PRESS) -
El ex presidente del Parlamento Europeo Josep Borrell se declaró hoy "muy escéptico" con respecto a que la UE cumpla los objetivos que se ha fijado para luchar contra el cambio climático "sin recurrir a la energía nuclear".
"Está por ver que seamos capaces de conseguir" los objetivos acordados en el último Consejo Europeo, en el que los líderes de la Unión acordaron reducir en al menos un 20% las emisiones de dióxido de carbono, aumentar en un 20% el porcentaje de energía que procede de renovables y en el mismo porcentaje el aumento de eficiencia energética, consideró, sin hacer uso de la energía nuclear.
Precisamente, el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero quiere reducir de forma progresiva el uso de la energía nuclear en los próximos 30 años.
El eurodiputado socialista se pronunció así en la conferencia impartida en la Escuela de Negocios sobre 'El futuro de Europa: de la reflexión a la acción', donde repasó los retos a los que se enfrenta la UE actual, que, bajo su punto de vista, atraviesa "la crisis de los 50" años, en la que constata que "la familia ha crecido" y se pregunta qué le falta por hacer.
Borrell citó el envejecimiento de la población europea y la dependencia energética como uno de los actuales desafíos de la UE, pero también se refirió al sentimiento que "aflora en los jóvenes", que no saben para qué sirve la Unión.
Ante esta percepción, el eurodiputado defendió que la "nueva razón de ser" de los Veintisiete sea la creación de una "identidad común" que permita a los Estados miembros proyectarse e "influir sobre la globalización".
No obstante, reconoció que la búsqueda de esta identidad común choca en muchos casos con la identidad propia de cada país, como refleja la incapacidad de los Estados miembros de elegir entre cuatro o cinco idiomas para agilizar el trabajo diario de las instituciones y ahorrar gastos. En este sentido, mencionó que al Parlamento Europeo le cuesta cada día dos millones de euros expresarse en 23 idiomas diferentes.
También vio "muy difícil" que los Veintisiete definan una política exterior común, pero instó a que la UE defina una de inmigración común porque con la situación actual, que tildó de "absurda", "tienen razón" los países que reprochan a otros que sus procesos de regularización de inmigrantes les afectan, como hizo Francia con España.
"Claro que les afecta", indicó Borrell, ya que un ciudadano nacionalizado español "dentro de cinco años está regularizado a todos los efectos en cualquier país del espacio Schengen".
Borrell no obvió referirse a los éxitos de la UE, entre los que citó el euro. Como ejemplo de las ventajas de tener una moneda común, más fuerte, aseguró que la peseta hubiera sido devaluada "sin piedad" después de que el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero decidiera retirar las tropas de Irak.
Gracias a ello, España se pudo permitir adoptar una medida de tal calibre porque, aunque tuviera "menos soberanía formal", tiene "más soberanía real" al diluir su debilidad con la fortaleza común que aporta la Unión.