OAXACA (MÉXICO), 28 (EUROPA PRESS)
Un reportero gráfico estadounidense y dos manifestantes mexicanos murieron ayer tras los disparos recibidos en el tiroteo que tuvo lugar en el municipio de Santa Lucía del Camino, en el estado mexicano de Oaxaca.
El neoyorquino Bradley Roland Will, de 36 años, recibió un disparo en el abdomen el viernes y falleció en una clínica de la Cruz Roja, según confirmaron policías, testigos y amigos. Su colega Hinrich Schuleze explicó que Will trabajaba para la organización de medios por internet 'Indimedia'.
Además, Esteban Zurrita, vecino de Oaxaca recibió un disparo mortal en los enfrentamientos. Y la tercera víctima ha sido identificada como Emilio Alonso Fabián, cuyo cuerpo acribillado de balas fue encontrado a varios metros de los enfrentamientos.
El tiroteo estalló en un violento barrio de Oaxaca cuando hombres armados trataron de retirar una barricada levantada por manifestantes que demandan la renuncia del gobernador Ulises Ruiz, dijo un policía que pidió no ser identificado al no estar autorizado a hablar con los medios. No ha quedado claro cuál de los dos bandos disparó primero, dijo.
Tras el tiroteo en Santa Lucía del Camino, seis personas, tres mujeres y tres hombres, resultaron heridas de diversa consideración, por lo que fueron trasladadas en vehículos particulares a varias clínicas privadas, según informa el diario local 'El Universal'.
Entre los heridos se encuentra Oswaldo Ramírez, un fotógrafo que trabaja para el diario mexicano 'Milenio'. El reportero mexicano recibió un disparo en el pie y tuvo que ser trasladado a un centro hospitalario.
Se desconoce quiénes abrieron fuego en ambos casos, pero los enfrentamientos parecen ser protagonizados por residentes locales y manifestantes que exigen la renuncia del gobernador del estado, Ulises Ruiz, según indicaron fuentes policiales.
Los manifestantes mantienen bajo su control esta ciudad mexicana desde el pasado mes de junio, construyendo barricadas, expulsando a la policía y quemando autobuses. Acusan al jefe del Ejecutivo regional de fraude para ganar las elecciones de 2004 y usar a grupos de sicarios contra sus oponentes.