Defienden que la promoción de la democracia y del diálogo intercultural e interreligioso ayuda a prevenir el terrorismo
ESTRASBURGO, 26 Abr. (De la enviada especial de EUROPA PRESS, Leyre Guijo) -
Los expertos y representantes de diversos organismos internacionales que participaron ayer y hoy en la conferencia 'Terrorismo ¿por qué?', organizada por el Consejo de Europa, subrayaron hoy en sus conclusiones finales que los Derechos Humanos nunca pueden ser vistos como un "obstáculo" en la lucha contra el terrorismo, y defendieron el papel fundamental de la democracia y el diálogo intercultural e interreligioso para hacer frente a las condiciones que facilitan la aparición de terroristas.
"Los Derechos Humanos no son un obstáculo en la lucha efectiva contra el terrorismo sino un elemento crucial para una estrategia antiterrorista efectiva", señalan en las conclusiones los participantes, al hilo de lo denunciado esta mañana por el comisario para los Derechos Humanos del Consejo de Europa, Thomas Hammarberg, quien lamentó que "la protección de los Derechos Humanos ha sido presentada como un obstáculo". "Este ha sido un error enorme, cuyo daño todavía perjudica a nivel global", subrayó.
En este sentido, hacen un llamamiento a todos los países a que "respeten plenamente los Derechos Humanos, incluida la libertad de religión y de creencia, a la hora de tomar medidas en la lucha contra el terrorismo", que, precisaron, deben ser acordes con los "requisitos de la democracia, el imperio de la ley, el respeto de los Derechos Humanos y las libertades fundamentales, así como los principios de justicia social".
"Estas medidas deben dirigirse exclusivamente a los autores de actos terroristas y no contra comunidades nacionales, étnicas o religiosas como tales", previenen, resaltando la "importancia de evitar el doble rasero o los juicios arbitrarios en base a razones políticas, étnicas o religiosas a la hora de interpretar los actos terroristas".
Asimismo, hicieron hincapié en que no garantizar la igualdad de derechos puede ser uno de los factores que faciliten la aparición del terrorismo, por ello advirtieron de que "el incitar a la discordia entre religiones y al odio contra personas de diferente credo, raza o país es peligroso e inadmisible".
PARTICIPACION DE LA RELIGIÓN
En este punto, defendieron que "las instituciones y organizaciones religiosas deberían contribuir activamente a la resolución pacífica de conflictos". En este sentido se expresó particularmente Stein Villumstad, vicesecretario general de la Conferencia Mundial de Religiones para la Paz, quien subrayó que "los Gobiernos tienen no sólo que entender a las religiones, sino implicarse con ellas en la lucha contra el terrorismo en Europa y más allá de ella". "El aliado más fuerte para rechazar el terrorismo de raíz religiosa son las propias religiones", subrayó.
El terrorismo religioso ocupó buena parte de los debates de hoy pero en sus conclusiones los 150 participantes en la conferencia hacen hincapié en que "la mayoría de los dirigentes religiosos y creyentes" consideran que "el terrorismo en nombre de la religión" supone una "distorsión y una falta de respeto" de esta. Por ello, en el primer punto de sus conclusiones quieren dejar clara su condena "a todos los actos de terrorismo sin importar sus motivos, cuándo y por quien sean cometidos".
Por otra parte, los participantes subrayaron la necesidad de evitar que se "califique a cualquier cultura o religión nacional, regional o local como inherentemente terrorista o que lleva al terrorismo". Así, aseveran que "ninguna cultura, religión o creencia es completamente inmune contra una mala interpretación extremista o el abuso con fines terroristas".
Por su parte Gaspar Martínez, secretario general del Obispado de Bilbao y representante de Pax Romana International, resaltó que es "una simplificación inaceptable" el que la situación actual se debe a "un choque de civilizaciones". Asimismo, advirtió de que "el diálogo interconfesional no puede ser instrumentalizado ni politizado", al tiempo que pidió "más esfuerzos" para fomentarlo.
DIALOGO INTERCULTURAL
Para hacer frente al fenómeno del terrorismo, todos estuvieron de acuerdo en que "el diálogo intercultural puede ayudar a encontrar respuestas positivas a los retos planteados por la diversidad cultural".
El representante especial del presidente ruso para la cooperación internacional en la lucha antiterrorista, Anatoly Safonov, defendió la importancia del "acceso a la cultura" para evitar que "lo que no conocemos nos dé miedo" y defendió que aunque es de desear que el Estado promueva el diálogo intercultural e interreligioso, "es preferible que venga de abajo" y sea la propia sociedad civil la que lo promueva.
En esta línea se pronunció también la coordinadora del Consejo de Europa para el diálogo intercultural, Gabriella Battaini-Dragoni, que subrayó que "el diálogo multicultural no es algo que se pueda imponer". Según señaló, el Consejo de Europa considera que "la diversidad cultural es una fuente de enriquecimiento mutuo, que tiene que ser gestionada de forma democrática".
Asimismo, los participantes, entre los que había expertos de los 46 Estados miembros y los países observadores, representantes de la ONU, la Alianza de Civilizaciones, la OSCE y otros organismos internacionales, expresaron su apoyo a la "acción concertada sugerida por la Iniciativa de la Alianza de Civilizaciones para hacer frente a las crecientes desavenencias dentro y entre sociedades".
Por ello, consideran que hay que "fortalecer el respeto mutuo entre los pueblos de diferentes tradiciones culturales y religiosas, en base a recomendaciones en el terreno de la educación, la juventud, los medios de comunicación y las políticas de migración, poniendo especial énfasis en las relaciones entre Occidente y los musulmanes" y defienden que "la educación sobre la diversidad de prácticas religiosas y la libertad de religión o credo también contribuye a las metas de la paz, la justicia social y el respeto mutuo entre los pueblos".
RECOMENDACIONES
Para terminar hacen una serie de recomendaciones para hacer frente a las "condiciones que permiten la expansión del terrorismo". Así, animan a una mayor cooperación internacional en este terreno; instan a "mantener sistemas políticos abiertos" para que los ciudadanos puedan "expresar sus quejas por medios legítimos" y a "mitigar los factores de riesgo que puedan hacer atractivas las ideologías extremistas" y se subraya la necesidad de hacer saber a la población de "la existencia, las causas y la gravedad de la amenaza planteada por los actos terroristas".
Entre los factores de riesgo mencionados en estos dos días de conferencia figuran los conflictos no resueltos -entre ellos el de Oriente Próximo--, la discriminación y la intolerancia, la xenofobia, la pobreza y la desigualdad económica, la exclusión social y la alta tasa de desempleo juvenil, la exclusión política y el déficit en materia de Derechos Humanos y buena gobernanza.