ESTAMBUL, 29 Abr. (EP/AP) -
La Policía turca cifró en 700.000 las personas que se manifestaron hoy en Estambul en favor de la laicidad del Estado turco y en contra del probable nombramiento del islamista Abdulá Gül como presidente del país. Se trata de la segunda gran manifestación contra el Gobierno de Recep Tayyip Erdogan en dos semanas. En la primera, más de 300.000 personas salieron a las calles de Ankara para manifestar su oposición al Ejecutivo.
"Turquía es laica y continuará siendo laica", gritaban los miles de manifestantes, que viajaron a Estambul durante la noche desde todos los rincones del país. Coreando canciones nacionalistas y con pancartas en las que llamaban "traidor" a Erdogan, los manifestantes pedían la dimisión del Gobierno. "Seguimos tus pasos", se leía en pancartas rojas, en referencia al fundador de la Turquía moderna, Mustafá Kemal Ataturk. "Los caminos a Cankaya (el palacio presidencial) están cerrados para los imanes", gritaba también la multitud.
Esta manifestación, aunque fue convocada hace más de una semana, llega justo tres días después de que el Ejército, una institución de gran importancia en Turquía, hiciera público un comunicado en contra del nombramiento de de Gül considerado por numerosos analistas como un ultimátum al Gobierno. El Ejecutivo, sin embargo, respondió ayer afirmando que esa interferencia del poder militar es inadmisible en democracia.
El candidato del Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP, en el poder) a la Presidencia, el ministro de Asuntos Exteriores Abdulá Gül, no logró el pasado viernes los votos exigidos por la ley para ser elegido jefe de Estado, durante la primera votación celebrada el viernes en la Gran Asamblea Nacional (Parlamento).
También hoy, TUSIAD, una influyente organización patronal publicó un comunicado pidiendo la convocatoria inmediata de elecciones generales, necesarias "para proteger el laicismo y la democracia". "La integridad indivisible del laicismo y democracia constituye el fundamento de la república turca, un sacrificio de uno en favor de la otra es impensable", prosigue. "Turquía puede emerger saludablemente de este proceso rebajando las tensiones y renovando la voluntad de la nación", concluye.