Vaticano.- El Papa aprueba la misa en latín y asegura que su decisión no se opone al Concilio Vaticano II

Actualizado: sábado, 7 julio 2007 18:13

CIUDAD DEL VATICANO 7 Jul. (EP/AP) -

El papa Benedicto XVI levantó hoy las restricciones para oficiar la antigua liturgia de la misa en latín, pero enfatizó que su decisión de "ningún modo" da marcha atrás a las reformas del Concilio Vaticano II.

El pontífice emitió un documento por el que autoriza a los párrocos oficiar la misa tridentina si ésta es solicitada por "un grupo estable de fieles". Actualmente, el obispo local debe aprobar esas peticiones, un obstáculo que según los defensores del ritual tradicional ha limitado enormemente las oportunidades de practicarlo.

"Lo que las generaciones anteriores tenían por sagrado sigue siendo sagrado y grande para nosotros también, y no puede ser de pronto prohibido por entero o considerado incluso nocivo", aseguró Benedicto.

El documento podría causar indignación entre los judíos, dado que el ritual tridentino incluye una plegaria para el Viernes Santo, que exhorta a su conversión. La Liga Anti Difamación consideró que la decisión representó un "golpe para las relaciones entre católicos y judíos", informó la agencia de noticias hebrea JTA.

Además de las preocupaciones de los judíos, algunos obispos en Francia, así como clérigos y fieles liberales, han expresado su temor de que el permitir una celebración más libre de la liturgia tridentina implique desestimar el concilio realizado entre 1962 y 1965, el cual modernizó a la Iglesia.

También temen que la medida genere divisiones en las parroquias, dado que se oficiarían dos liturgias distintas, por lo que Benedicto buscó calmar esa preocupaciones en una carta anexa a los obispos. "Este temor es infundado", indicó.

Además, el Papa señaló que la nueva misa en lenguas vernáculas, surgida del concilio, sigue siendo la forma "normal" del ritual, mientras que la versión tridentina era "extraordinaria", y podría ser solicitada por relativamente pocos católicos.

El portavoz del Vaticano, reverendo Federico Lombardi, dijo que el Papa no estaba refutando de manera alguna el Concilio Vaticano II. El documento, señaló, "no impone retorno alguno al pasado, no significa un debilitamiento alguno de la autoridad del Concilio, ni de la autoridad o la responsabilidad de los obispos".

Benedicto XVI intenta llegar a los seguidores del fallecido arzobispo Marcel Lefebvre, un religioso ultratradicionalista que fue excomulgado, y que rompió con el Vaticano a raíz de la introducción de la Nueva Misa y de otras reformas eclesiásticas durante el Concilio Vaticano II.

El grupo fundado por Lefebvre, la Sociedad de San Pío X fundada en 1969, indicó que le alegraba el documento y le agradeció al Papa la redacción del mismo, según un comunicado. El Vaticano excomulgó a Lefebvre en 1988 después de que consagrara a cuatro obispos sin el consentimiento de Roma, una medida que el entonces papa Juan Pablo II calificó de "acto cismático". Los obispos también fueron excomulgados. Lefebvre murió en 1991.

Benedicto ha mostrado inclinación a reconciliarse con el grupo, que ha demandado un mayor uso de la misa antigua como una de las dos condiciones para normalizar relaciones, siendo la otra la retirada de las órdenes de excomunión. La sociedad tiene seis seminarios con 160 seminaristas. Dice tener cuatro obispos y 463 sacerdotes.