WASHINGTON/MADRID, 12 Oct. (EUROPA PRESS) -
Un equipo de epidemiólogos iraquíes y estadounidenses estima que hasta julio de 2006 han muerto en Irak 654.965 personas "como consecuencia de la guerra", una cifra que corresponde al 2,5% de la población del país. Así lo revela un informe realizado por investigadores de la Universidad estadounidense de Johns Hopkins, que ha sido publicado por la prestigiosa revista médica británica 'The Lancet'. El presidente de Estados Unidos, George Bush, preguntado por este informe que multiplica por 20 la cifra que baraja Washington, consideró que las cifras no son "creíbles" y consideró que el aumento de la violencia se debe al Ramadán.
La cifra supera con creces los 30.000 civiles muertos que Bush citó en un discurso en Diciembre y es diez veces mayor que los 50.000 muertos que estimó un grupo privado británico. La cifra del informe es de 654.965 personas muertas a causa de la guerra, 600.000 de ellas como causa directa de actos violentos, bien militares o terroristas, lo que supone una media de 500 muertos al día. Así, el 55% de las muertes de Irak son violentas, siendo las más frecuentes el disparo en la cabeza (31%) y las explosiones (8%).
Sin embargo, el estudio no está exento de polémica. Se trata de una actualización de un informe que ya se publicó poco antes de las elecciones presidenciales de noviembre de 2004 y los propios autores del estudio admitieron entonces que la fecha elegida para hacer público el informe no era casual. Ahora, los mismos investigadores firman un estudio que saca a la luz cifras muy polémicas y controvertidas para la Administración Bush, pocos días antes de la celebración de elecciones legislativas de Estados Unidos.
A CAUSA DEL RAMADÁN
Un portavoz del Departamento de Defensa de EE.UU. señaló a 'The Washington Post' que Washington "siempre lamenta la muerte de una vida inocente en Irak" y, por ello, "la coalición toma enormes precauciones para prevenir muertes y heridas a los civiles". "Sería difícil para EE.UU determinar precisamente el número de muertos civiles en Irak", aseguró el mismo portavoz, aunque refiriéndose únicamente a "las acciones de la insurgencia", por lo que remitió cualquier cifra al Ministerio de Sanidad iraquí.
En una conferencia de prensa celebrada ayer, el presidente Bush reconoció que "son tiempos duros, no hay duda" y que por ello los soldados estadounidenses han aumentado su presencia en la capital, Bagdad, y su colaboración con las Fuerzas de Seguridad iraquíes. Tras asegurar que "darse a la fuga no funcionaría" y que el número de tropas destacadas actualmente no variará al menos hasta 2010, Bush calificó el informe de "no creíble" y aseguró que el incremento de la violencia se debe al Ramadán.