MADRID, 14 Feb. (EUROPA PRESS) -
Los corazones en los escaparates de las tiendas, los reclamos para hacer un regalo a la persona amada, las películas sobre enamorados y todas las llamadas al amor que abundan en los días previos a San Valentín pueden provocar situaciones de angustia y de frustración a las personas que quieren tener pareja pero no lo consiguen, según indicó hoy la psicóloga Leonor Casalins.
Esta experta comentó a Europa Press que "toda la estimulación que se ofrece estos días" previos a San Valentín a los ciudadanos puede "acrecentar" la situación de angustia que sienten algunas personas que no tienen pareja pero que desearían tenerla. Así, todo este 'boom' de corazones y reclamos, dijo, "puede ocasionar una mayor angustia, una mayor necesidad o un mayor deseo de tener" pareja y, por lo tanto, "de frustración" en estas personas.
La psicóloga indicó que de manera genérica "existe una necesidad de compartir la vida con alguien en un momento determinado" y que "la mayoría de la gente tiene esta necesidad de tener pareja, "entre otras cosas porque hasta biológicamente es necesario" ya que, en caso contrario, "la especie se extinguiría".
Sin embargo, precisó, una cosa es que "genéricamente sea necesario y otra que individualmente sea una necesidad en todas las personas", pues "existe una libertad para que optemos por lo que nos parece más conveniente" y hay gente que puede decantarse por su profesión o por viajar en lugar de por tener una pareja.
Manifestó que la mayoría de la gente "aún hoy en día" tiende a vivir en pareja, si bien lo hace más tarde-- "a partir de los 30 como pronto" cuando antes era en la veintena--, y que es "posible" que uno se sienta más realizado con pareja. Así, con un símil, señaló que si todo el mundo lleva jerséis verde menos uno, esta persona "puede sentirse fuera del entorno".
"Si me salgo de esas reglas puede ser que la sociedad me esté recordando constantemente que a distintos niveles no estoy en las reglas del juego". "Dependerá de lo segura que esté la persona, de sus decisiones, de lo meditadas que sean sus posturas" el que esta situación "le pueda generar dificultades o que se cuestione si ha hecho bien eligiendo otra serie de cosas en lugar de vivir con alguien", comentó al respecto.
Casalins señaló que hoy día "no está tan mal visto" que una persona no tenga pareja y que genéricamente es algo "que está mejor admitido" pues "es un hecho que está sucediendo". "Si echamos la vista atrás 20 ó 30 años sí se podría hablar de estigma", pero "hoy en día hay cantidad de gente que vive de forma individual, tanto hombres como mujeres, y a nadie le parece extraño", dijo.
BAJAR LA AUTOESTIMA
La psicóloga diferenció entre aquellos que no tienen pareja porque no quieren y aquellos que no pueden conseguirla y dijo que en este último caso "puede haber un sufrimiento". En estas personas, explicó, "puede haber una sensación de 'no soy suficiente', quedaría como que 'nadie me quiere', que es una cosa dura de verdad" pues es como pensar que todo el mundo tiene quien le quiera y que esta persona no es lo suficientemente bueno o estimulante para encontrar pareja y eso, "evidentemente", puede "bajar la autoestima".
En estos casos, añadió, uno se valora por lo que piensa que los demás están valorando y se produce un círculo vicioso. "En la medida en que yo bajo mi autoestima es muy probable que deje de comunicarme con los demás, mi comunicación sería diciendo 'valgo poco' y como contrapartida no conseguiré mis objetivos", comentó.
A modo de consejo, señaló que "ningún ser humano es menos que otro" y que el ser humano puede hacer "aquello que se proponga", por lo que tiene que actuar. A la hora de buscar pareja "habrá que relacionarse, conocer a gente", algo que en los últimos tiempos se ve favorecido por internet o por la realización de "viajes especiales para conocer gente".
La psicóloga indicó, asimismo, que la felicidad no depende de tener o no tener pareja. En este sentido, comentó que "lo que el ser humano siente no es condición de lo que le rodea, sino de lo que hay dentro de él". Así, uno puede estar rodeado de gente y sin embargo, sentirse solo. "No tengo garantizado por tener pareja el no sentirme sola, ni al contrario", comentó.
Esta experta indicó que a su consulta no llegan demasiadas personas que tengan problemas por querer pareja y no encontrarla, pero que sí hay "algunos casos", normalmente vinculados con episodios de "falta de ubicación, de no tener un núcleo de referencia: 'me es difícil encontrar amigos, relacionarme, comunicarme y, por tanto, es difícil encontrar a alguien con quien tener una relación más especial", señaló.
CONTRATO TEMPORAL
Leonor Casalins manifestó además que el concepto y estructura de pareja "ha cambiado muchísimo" en los últimos tiempos, "también en función del papel que se le da a la mujer". Ahora, comentó, se producen un mayor número de relaciones y la "permanencia es mucho más corta". La pareja "ha pasado de ser un contrato permanente a ser un contrato temporal", dijo bromeando.
Al respecto, comentó que en la actualidad es difícil encontrar a gente que lleve 30 ó 35 años con su pareja y que "a lo mejor dentro de diez años lo raro es vivir en pareja".