BAGDAD, 18 Mar. (EUROPA PRESS) -
El Ejército estadounidense atribuyó hoy a Al Qaeda en Irak los atentados perpetrados con bombas de cloro el pasado viernes en la provincia de Anbar, al oeste de Bagdad, pero aseguró que las rigurosas medidas de seguridad adoptadas por las autoridades iraquíes evitaron un mayor número de víctimas.
Tres terroristas suicidas detonaron los camiones bomba con gas clorín que conducían contra objetivos situados en esta región, considerada un bastión insurgente. Uno de los edificios atacados albergaba la sede de un líder tribal suní contrario a Al Qaeda. En los atentados murieron al menos dos personas y otras 350 tuvieron que ser atendidas. Entre ellos había seis soldados estadounidenses.
La violencia comenzó después de las 16:00 horas del viernes, cuando un conductor detonó los explosivos que llevaba en el vehículo que conducía en al noreste de Ramadi, hiriendo a un soldado estadounidense y a un civil iraquí, según el Ejército.
A continuación se produjo una explosión similar en un volquete al sur de Faluya, en Amiriya, en la que murieron dos policías y unos cien habitantes locales presentaron síntomas de haber estado expuestos al cloro, con irritación en la piel y respiratoria y vómitos, según el Ejército estadounidense.
Otro terrorista suicida detonó otro volquete con 200 tanques de cloro junto con explosivos a las 19:13 horas, también al sur de Faluya, en la región tribal de Albu Issa, según la citada fuente. Soldados estadounidenses respondieron al ataque y encontraron a unos 250 civiles, entre ellos siete niños, con síntomas de haber estado expuestos a cloro.
Los terroristas suicidas con coche bomba han utilizado cloro contra iraquíes en Anbar en total en cinco ocasiones desde el 28 de enero, según el Ejército estadounidense.