ImprimirMADRID 2 Jul. (EUROPA PRESS) -
El grupo parlamentario del PNV ha presentado una proposición no de ley en el Congreso para que el Gobierno español se adhiera cuanto antes al Protocolo Facultativo de Naciones Unidas que permitirá denunciar ante este organismo los casos de vulneracion de derechos sociales, económicos y culturales. También le demanda que promueva la ratificación por parte de otros países, ya que este mecanismo no entrará en vigor hasta que no reciba el respaldo de 10 Estados.
En su texto, que se debatirá en la Comisión de Asuntos Exteriores del Congreso cuando la Cámara recupere su actividad ordinaria después del verano, los nacionalistas vascos se congratulan de que la Asamblea General de la ONU aprobase en diciembre de 2008 el Protocolo Facultativo al Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales.
Este pacto, que se selló en 1966 y entró en vigor diez años después constituye el principal texto internacional sobre derechos y obligaciones con respecto a los derechos económicos, sociales y culturales.
El portavoz del PNV en el Congreso, Josu Erkoreka, otorga una gran importancia al protocolo que afianza ese pacto, puesto que abrirá la puerta a que las víctimas que vean vulnerados sus derechos relativos a la salud, la educación o la vivienda puedan solicitar protección a Naciones Unidas.
Erkoreka considera que "la comunidad internacional debe actuar y mostrar su compromiso fehaciente con la Declaración de los Derechos Humanos en su integridad" y que una manera de hacerlo es ratificar este protocolo. Por eso anima al Gobierno español ha ser uno de los primeros en firmarlo para impulsar su entrada en vigor.
"El crecimiento económico es uno de los componentes de toda estrategia contra la pobreza, pero no puede ser el único. Las personas que viven en la pobreza deben poder reclamar sus derechos humanos y ser dueñas de su destino --reza la iniciativa--. La protección de los derechos humanos constituye una pieza esencial para cualquier solución a la pobreza porque, de hecho, la pobreza representa la peor crisis de derechos humanos del mundo".