Actualizado 27/03/2012 14:00

Cayetano González.- Revés para Rajoy.

MADRID 27 Mar. (OTR/PRESS) -

A buen seguro que el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, habrá aprovechado el largo vuelo trasatlántico que le llevó en la madrugada del lunes a Seúl para meditar y reflexionar sobre los dos primeros reveses electorales que ha sufrido cuando solo han transcurrido cuatro meses desde que ganara con una holgada mayoría las elecciones generales. Porque esa es la lectura política más importante que se puede hacer del resultado electoral del pasado domingo en Andalucía y en Asturias.

En Andalucía, es verdad que el PP ha ganado por primera vez unas elecciones autonómicas, pero esta victoria le sirve de muy poco, ya que al no conseguir la mayoría absoluta, el gobierno de la Junta seguirá presidido por el socialista Griñán que tendrá que gobernar bien en coalición, bien con el apoyo parlamentario de una Izquierda Unida que ha tenido un excelente resultado al doblar su número de diputados, pasando de seis a doce. De esta manera, Andalucía es la única región de España donde gobierna el mismo partido, el PSOE, desde la transición democrática. Y eso, a pesar de los escándalos de corrupción y de enchufismo que han salpicado en los últimos años a los socialistas en su gestión al frente de la Junta. Otra incógnita que se abre tras el resultado andaluz tiene que ver con el futuro político de Javier Arenas, barón todopoderoso del PP, pero que con esta es la cuarta vez que fracasa en su intento de llegar a la Presidencia de la Junta de Andalucía.

En Asturias, tampoco han ido las cosas nada bien para el PP. Después de cambiar de candidata, sigue siendo la tercera fuerza política del Principado, por detrás de Foro Asturias, el partido montado por el otrora secretario general de los populares, Francisco Álvarez Cascos, al que Rajoy no quiso en su día como cabeza de lista del PP. A la espera de que el recuento del voto emigrante no cambie la correlación de fuerzas, los populares se verán en la obligación de apoyar la investidura de Cascos como presidente del gobierno asturiano porque su electorado no entendería que no lo hicieran.

Rajoy ya ha empezado a experimentar el desgaste que supone gobernar y tomar decisiones impopulares. Y eso que estamos solo en el principio. Habrá que ver que seguimiento tiene este jueves la huelga general convocada por UGT y CC.OO. Al día siguiente, el Consejo de Ministros aprobará el anteproyecto de ley de los Presupuestos Generales del Estado donde habrá que aplicar unos recortes muy duros para cumplir con el objetivo de déficit pactado con Bruselas. Nadie le había dicho a Rajoy que su camino iba a estar lleno de rosas, mas bien se le había advertido que predominarían las espinas. También es verdad que se está al comienzo de la legislatura y que la mayoría absoluta le permite al líder del PP gobernar con una cierta holgura y hacer lo que crea que tenga que hacer para sacar al País de la crisis.