Actualizado 20/10/2008 02:00

Francisco Muro de Iscar.- Políticos en el palco

MADRID 20 Oct. (OTR/PRESS) -

A los políticos, sean del color que sean, les gustan los palcos más que a los niños las chuches. Eso sí, unos más que otros y no sólo en el deporte o en los toros -en el Real verán a pocos-, sobre todo, si es gratis total. Los palcos sirven para dejarse ver, para hacer negocios, para pactar, para quedar con otros... No es de ahora, aunque se sigue practicando con descaro.

Como ya hay menos empresas públicas y los cargos de asesores no dan para todos los aspirantes, los políticos se han subido a los "palcos" de las Cajas de Ahorros, es decir a sus consejos de administración, y ahora están dando un paso más para tratar de fusionar las que quedan y controlarlas definitivamente. Jugar desde el sillón de mando, cobrando excelentes sueldos, rindiendo cuentas de aquella manera y casi sin responsabilidad alguna, tiene que ser apasionante. No representan a los impositores ni a los capitalistas ni a los inversores, pero tienen el poder y juzgan, por ejemplo, sobre los créditos millonarios que esas mismas entidades prestan a los partidos que representan. Ahora, con esa posible nacionalización encubierta de la banca, existe el temor de que, gracias al dinero de los ciudadanos, puedan sentarse en los "palcos" de los bancos y desde allí hacer y deshacer a su antojo, aún sin contar con ninguna mayoría. ¿Ustedes creen que algún banquero pondría en su sitio al representante del poder político?

Pero los palcos de verdad son los del fútbol. Allí, en cada partido y, especialmente en las grandes ocasiones, acuden ministros, cargos políticos, alcaldes, dirigentes de los sindicatos, banqueros, empresarios, artistas... Es cierto que cada club, si son sociedades anónimas, puede invitar a quien quiera, pero no parece buen ejemplo ese gorroneo de los políticos que, tal vez antes que después, pueden tener que tomar decisiones que afecten a los intereses de ese club... o de sus directivos. Un político puede ir al fútbol cuando quiera, pero pagándose su entrada, como todos los demás y no encargando a su secretaria que "pida" las entradas al club. ¿Esa invitación debe ser considerada como "retribución en especie" y declararla a Hacienda? Seguramente, sí.

Pero no crean que todo en los palcos es gozo. A veces hay políticos que sufren intensamente. El sábado en el palco del Manzanares, además de algún ministro, altos cargos de la Administración central y autonómica y demás, estaba José Blanco, vicesecretario general del PSOE quien ante un comentario sobre cómo iba vestido, no pudo menos que replicar, según recoge "Marca": "Le tengo un asco al Madrid que no lo puedo ni ver". Claro que gratis total es otra cosa. Pepiño sufre, sufre Pepiño, pero desde el palco y sin pagar. Y encima pierden, de penalti y en el último minuto. Es mejor verlo desde casa...

Francisco Muro de Iscar.

francisco.muro@planalfa.es