Actualizado 23/10/2010 14:00

José cavero.- León de la Riva, un incontinente verbal.

MADRID 23 Oct. (OTR/PRESS) -

Las declaraciones del alcalde de Valladolid, Javier León de la Riva, sobre la recién nombrada ministra de Sanidad, Leire Pajín, no son las primeras que causan revuelo nacional. Incluso él mismo reconoce su "problema" con la incontinencia verbal que le ha enfrentado incluso con dirigentes de su propio partido. "Algún voto me habrá costado mi carácter", asiente. Ha recordado El Mundo que todavía resuena la rotundidad con la que se manifestó sobre los matrimonios homosexuales en pleno debate sobre la legalización de las uniones de personas del mismo sexo. "Yo, hoy por hoy estoy dispuesto a no ejercer el derecho y a no delegar en nadie salvo que la ley me obligue, en cuyo caso ejerceré el derecho de objeción de conciencia". El aluvión de críticas que recibió le obligó a retractarse al día siguiente: "No me voy a colocar fuera de la ley y, si me obligan a celebrar estas bodas, en el Ayuntamiento de Valladolid las hará algún concejal si está dispuesto". Y así ha sido en los últimos cinco años.

Hace año y medio, cuando se destapó el caso Gürtel, León de la Riva también tuvo una criticada declaración sobre el juez Garzón "Desgraciadamente, igual que la bomba de ETA es algo habitual, las actuaciones del juez Garzón también", dijo el alcalde que prosiguió con su explicación: "Siempre destapa algo antes de las elecciones que al final se queda en agua de borrajas, pero ya el daño está hecho". En relación a las palabras de Manuel Fraga sobre el caso Gürtel, en las que este afirmaba de Rita Barberá que es "extraordinaria y por encima de toda sospecha", mientras que de Camps reconoció "no diría lo mismo", De la Riva sentenció que "a determinada edad, lo mejor es no hacer declaraciones? ¿Se aplicará a sí mismo el consejo?

En la última campaña electoral de 2007, aún resuena una coplilla dedicada a la candidata socialista y actual secretaria de Estado de Cooperación Internacional, Soraya Rodríguez, que decía: "Valladolid tiene tren, Valladolid tiene tren, pero no tiene tranvía, si gobernara Soraya, ¡caramba! Ya tendríamos tranvía ¡Caramba! Pero como es mentirosa ¡Caramba! nadie se lo creería, ¡caramba! Y por mucho que prometa, ¡caramba! no ganara la alcaldía, ¡Caramba! A ganar..." Dijo en un mitin de precampaña.

Pero el carácter de León de la Riva también le ha animado a encararse con algunos jóvenes que le llamaron fascista. Tras mirar a su comitiva se dirigió al lugar desde donde salió el grito. "¡Ven para acá, ven para acá!", retó el alcalde al joven, a la vez que amagaba con mover la valla de protección de la obra. El chaval salió corriendo, mientras León de la Riva le gritaba: "¡Mira el valiente, mira el valiente cómo da la cara, mira qué machotes..." y entre dientes les llamaba "hijos de puta".

Las 'perlas' del alcalde de Valladolid no son nuevas. En su primer acto en la casa de Cervantes al poco tiempo de su investidura (junio 2005), mostró su voluntad en su discurso oficial a que Valladolid "deje ser la ciudad de las diez 'pes'", intentando que desaparezcan de sus calles los "piojos", las "pulgas" y las "putas". Y la última, antes de sus valoraciones sobre Pajín, se remonta a hace sólo dos semanas, cuando tachó de "impresentable" al ministro de Fomento, José Blanco, al asegurar que el Gobierno socialista había invertido más en seis años que durante los ocho de la etapa de José María Aznar.