Actualizado 25/01/2012 13:00

Julia Navarro.- Escaño Cero.- La papeleta del Supremo.

MADRID 25 Ene. (OTR/PRESS) -

Menuda papeleta la del Tribunal del Supremo que juzga a Baltasar por haber pretendido investigar los crímenes del franquismo. Si hay un juicio impopular es éste, no solo porque Baltasar Garzón es considerado como un héroe por muchos ciudadanos, sino porque incluso entre quienes no le tienen mucha simpatía chirría que pueda ser juzgado por intentar investigar los crímenes de Franco. Pero la Justicia es ciega, dicen. De manera que la Justicia se ha puesto en marcha para intentar dilucidar si el magistrado podía o no abrir una causa sobre el pasado.

A Garzón hay mucha gente que le tiene ganas, incluso entre los de su gremio. Ha ido sobrado por la vida, tanto, que según dicen en medios jurídicos, el "super juez" ha dado pasos que en Derecho no se pueden dar por muy buena intención que tenga uno. Pero eso será el Tribunal Supremo quien lo decida en un juicio del que está pendiente medio mundo. Produce rubor que a un juicio celebrado en nuestro país tengan que acudir como observadores organizaciones como Amnistía Internacional, Human Rights Watch y la Comisión Internacional de Juristas. Y es que cuesta digerir que a un juez se le siente en el banquillo por querer investigar el franquismo. Fuera de nuestras fronteras es imposible explicar, o mejor dicho que alguien entienda, que algo así puede suceder.

De los tres juicios que afronta Baltasar Garzón, este es el más impopular, el que la opinión pública está con él de manera casi unánime sin que nadie quiera perder un minuto en comprender los tecnicismos jurídicos que han llevado al juez al banquillo de los acusados.

Garzón es un personaje controvertido, tanto como alguna de sus actuaciones. Hay gente que le profesa una devoción total, otros que le aborrecen, hay quienes le temen, o que desconfían, o que le envidian, o que se rebelan por sus comportamientos jurídicos tan particulares. Lo cierto es que no deja indiferentes a nadie y con este juicio menos todavía.

Juzgar a Garzón por haber pretendido investigar los crímenes del franquismo de repente coloca a España a nivel de algunos países latinoamericanos que también sufrieron dictaduras, solo que ellos las investigaron o al menos intentaron ventilar sus trapos sucios. Cualquiera que haya viajado por Latinoamérica sabe que allí Baltasar Garzón es como un héroe de capa y espada, al que ahora fuerzas oscuras quieren doblegar.

Ya digo, no lo tiene nada fácil el Tribunal que juzga al juez Garzón pero, además, yo me atrevo a preguntar ¿de verdad este juicio tiene sentido? Mi respuesta es un no rotundo.