MADRID 17 Ago. (OTR/PRESS) -
El Gobierno recomienda que ahorremos, así que embebido de espíritu patriótico me acerco a una oficina bancaria para abrirle una cartilla de ahorro a mi última nieta. La empleada no parece muy entusiasta con mi idea y, de entrada, como anuncio disuasorio, me informa que la cartilla, no solamente no tiene intereses a favor del depositante, sino que se le cobrarán 10 euros al trimestre.
Estoy por echarme hacia atrás, pero me puede el patriotismo, hay que echarle una mano a la banca, e insisto. Me pregunta por el estado civil de la titular y le digo que soltera, porque todavía no lleva dos meses en esta valle de burocracia. La empleada frunce el ceño y mira mi carnet de identidad.
Cuando le digo que los tutores serán los padres, y me dice que necesita el nif de los padres, y yo se los tiendo triunfalmente, anotados en un papel, me dice que los padres tienen que "personarse" físicamente, con los DNI para comprobar su identidad. Levanto la vista para comprobar que no estoy en una comisaría de Policía, e intento seguir con mi misión, aplazando que los padres "se personen" otro día.
Pero entonces, la empleada me dice que necesita, también, el DNI de la menor. Le repito que no tiene dos meses, y ella me contesta que son normas del Banco de España. Nuestro maravilloso Banco de España parece que intenta que las madres, nada más salir del paritorio, acudan con sus hijos a la Policía, con el cordón umbilical todavía tierno, para que se enteren en qué país burocrático viven.
Salgo de esa entidad a la que, por cierto, hay que ayudar con 30.000.000 millones de euros de los contribuyentes, porque el Banco de España, que tanto vigila y tantas trabas pone a los clientes que quieren fomentar el ahorro, esta entidad torpe, burocrática e ineficaz, se olvidó de vigilar a los directivos que, por cierto, disponían todos de carnet de identidad. He comprado una hucha. Y no me cobrará 10 euros al trimestre.