Actualizado 25/04/2009 14:00

Pedro Calvo Hernando.- Te quiero un huevo.

MADRID 25 Abr. (OTR(PRESS) -

Lo que tiene que hacer Zapatero es reincorporar a Bermejo a su Gobierno en la primera oportunidad. Es una vergüenza absoluta que tuviera que dimitir por la anécdota de la cacería, mientras que lo más granado de los implicados en el caso Gürtel siguen impertérritos en sus puestos y con el apoyo de su partido. Lo último es eso de las nuevas grabaciones de las conversaciones de hace cuatro meses entre Álvaro Pérez "El Bigotes" y Francisco Camps y su esposa, realizadas por orden judicial. Lo más increíble es que el presidente valenciano ha reaccionado asegurando que todo es un montaje, que todo es mentira y que en su momento lo demostrará. O sea, que es un montaje y una mentira realizados por los jueces ordenantes y por los policías ejecutantes. ¿O tal vez me equivoco? Ya sabemos lo que es la presunción de inocencia. Pero también sabemos lo que son los hechos visibles y palpables, en este caso audibles. Y Rajoy, en Barcelona celebrando el día de Sant Jordi, con el Estatut recurrido ante el Supremo, dice que sigue apoyando a Camps. A Camps y a otro montón más.

El contenido de las aludidas conversaciones no puede ser más explícito en cuanto al grado de gran intimidad de la amistad que une al presidente valenciano con el presunto capo de la trama Gürtel en la región valenciana, el segundo de Correa. "Te quiero un huevo", le dice el alto cargo del PP al presunto. De las grabaciones se deduce que los regalos al presidente, a su esposa y a su hija habrían sido de un gran valor económico. Como la cuantía de los no sé si presuntos contratos adjudicados por la Generalitat valenciana a la trama: unos seis millones de euros, que son un piquito. Un pico capaz de despertar cualquier ímpetu regalador, hasta para pasarse veinte pueblos, que le diría la esposa al presunto. Y esto de la trama Gürtel va a ser más difícil de esconder que la trama del espionaje porque allí no hay comisión parlamentaria que guillotinar. A todas éstas, como es natural, crece la marea en el seno del PP para exigir a Rajoy y demás cúpula que tomen decisiones drásticas, so pena de ir al abismo.