- Nueve meses después, la ministra de Fomento reabre el módulo D del parking de Barajas que quedó totalmente destruido por la explosión
MADRID, 20 Sep. (OTR/PRESS) -
Ningún coche volverá a ocupar las plazas 403 y 614 del módulo D del aparcamiento de la Terminal 4 de Barajas que hoy se reabrió al público tras el atentado que ETA cometió el pasado 30 de diciembre. En ellas estaban las dos víctimas de este atentado con el que, en la práctica, ETA puso fin a la tregua que luego rompió formalmente meses después. Los dos ciudadanos ecuatorianos Carlos Alonso Palate y Diego Armando Estacio dejaron sus vidas allí, en esas dos plazas de garaje, una en la planta baja y otra en la primera, les recordaran sendos monolitos que cuentan con una placa con su nombre.
'En recuerdo de Diego Armando Estacio', reza la placa del monolito de piedra blanca ubicado en la plaza de aparcamiento número 614 del primer piso del módulo D, una inscripción idéntica a la que se encuentra en la plaza 403 de la planta baja. "Las dos plazas en las que se encontraron los cuerpos se van a conservar, sin utilizarse, en memoria de las víctimas del atentado", afirmó la ministra de Fomento, Magdalena Álvarez, durante el discurso inaugural.
En su intervención, la Ministra de Fomento, que estuvo acompañada por otras autoridades como la delegada de Gobierno, Soledad Mestre; del diputado Rafael Simancas; del secretario general del PSM, Tomás Gómez, y del presidente de ACS, Florentino Pérez, el presidente de la empresa encargada de la reconstrucción, señaló que el "trágico" atentado de la T4 "sumió a los madrileños y a toda la ciudadanía en un profundo dolor" truncó las vidas "llenas de esperanza y de ilusión por conseguir un futuro mejor" de Palate y Estacio.
Álvarez destacó que hoy se vuelve a poner el módulo D "con su infraestructura y servicios completamente reestablecidos y con los presuntos terroristas autores del atentado en la cárcel". "Los demócratas saben reaccionar frente al infortunio con la firmeza y la determinación de ir siempre hacia adelante construyendo su propio futuro", afirmó la ministra.
OCHO MESES Y 30 MILLONES
Las obras de reparación del módulo D, que quedo destruido prácticamente en su totalidad por la furgoneta bomba de ETA, han durado seis meses, a partir del 15 de marzo cuando terminaron los trabajos de desescombro y demolición, y ha contado con un presupuesto de 30 millones de euros.
En total, han sido prácticamente ocho meses en los que cerca de 20 personas han trabajado para reconstruir 50.000 metros cuadrados entre los módulo D y C y retirar 30.000 toneladas de escombros. Además, se han empleado 1,5 millones de acero y 30.000 toneladas de hormigón, se han repuesto 4.000 metros cuadrados de muro de cortina de cristal, se han usado 3.000 metros cuadrados de aluminio y bambú en las dársenas de la T4 y se han remodelado 150 metros de pasarela, todo ello por importe de 30 millones de euros cubierto con los seguros suscritos el 1 de febrero de 2007.