Por Covadonga Ferreras Ubierna, MADRID, 27 Oct. (OTR/PRESS) -
Se cumplen 60 años de la inauguración del edificio Crown Hall - destinado a albergar la Escuela de Arquitectura del Illinois Institute of Technology (IIT) en Chicago -, considerado obra maestra del arquitecto alemán Mies van der Rohe por su concepción y estética puristas y visionarias.
Inevitablemente, me viene a la mente la pregunta de hasta qué punto dicha arquitectura ha influido e influye en la calidad de la enseñanza en ella impartida.
Al fusionarse el Armour Institute con el Lewis Institute para conformar el mencionado IIT, cuyo fin era promover el desarrollo tecnológico de diferentes disciplinas, Mies van der Rohe - Jefe del Departamento de Arquitectura del AI - recibió el encargo de proyectar 22 de los edificios del nuevo complejo.
Planificado y construido a lo largo de unos 13 años en una amplísima zona de la ciudad de Chicago, el campus alberga gran variedad de usos; administrativo, docente, investigación, apartamentos para estudiantes y profesores, capilla, sindicato de estudiantes,... A pesar de esta disparidad - o quizá debido a ella -, Mies opta por unificar criterios formales y estructurales, dotando de unidad y solidez al complejo.
A partir de un módulo básico de 7,20 x 7,20 x 3,60m se configura la volumetría de la totalidad de los edificios del campus.
Esta decisión se acompaña del empleo de estructura metálica en prácticamente todos ellos - salvo un reducido número que contaba con estructura de hormigón, por economía -, acompañada por plementería de fábrica de ladrillo y carpinterías practicables. Siempre que la normativa contra incendios lo permitía, la estructura se dejaba vista.
A pesar de este aparente rigor inflexible, el arquitecto crea una base perfecta, fácilmente adaptable a cada uno de los usos específicos.
El Crown Hall, en el que Mies trabajó con especial entusiasmo, y al que finalmente él mismo consideró su más brillante proyecto, muestra esa unidad conceptual y formal del campus, al tiempo que se desmarca con una estructura metálica exógena compuesta por imponentes cerchas de 36 metros de luz biapoyadas en pilares también metálicos. El diseño de esta estructura permite generar un espacio interior diáfano, y de grandes dimensiones.
El volumen resultante se subdivide gracias a dos núcleos de servicios de suelo a techo, y a una serie de tabiques móviles y exentos que no abarcan la totalidad de la altura libre del edificio, con lo que el espacio no se fracciona de la forma habitual, manteniendo cierta sensación de fluidez y continuidad.
Esta decisión es particularmente acertada al tratarse de una Escuela de Arquitectura, puesto que influye en el modo en que los usuarios - estudiantes - perciben y se relacionan con el espacio.
Más allá del novedoso programa educativo impartido en la época en que Mies ejerció como profesor - dejó el puesto en 1958 -, el edificio es en sí mismo una declaración de intenciones que perdura aún hoy.
La mencionada estructura metálica vista, los grandes paños de vidrio de suelo a techo a modo de plementería, y los espacios interiores apenas fragmentados, no satisfacen únicamente aspectos estéticos y formales, sino que apoyan los fundamentos conceptuales en que Mies sustentó su trayectoria.
La combinación de la estructura de acero con grandes superficies vidriadas configura una construcción marcada por la esbeltez, liviandad visual y la transparencia. Estas características buscan y fomentan una inserción respetuosa en el entorno - conformado por vegetación y otras construcciones del campus -, y una interacción del edificio con él.
Los paños de vidrio consiguen que se desvanezca la sensación dentro-fuera, introducen en el edificio la arboleda circundante, y a su vez, ésta tamiza la abundante luz natural que penetra al interior de él. A lo lejos, se atisba el perfil de la ciudad de Chicago.
En consecuencia, resulta un espacio de trabajo y estudio agradable, funcional, y sobre todo inspirador para los estudiantes. A través de él, ven abierto un nuevo mundo de posibilidades.
En su escrito "Experimentando el Crown Hall: Mies y la Open Region", Pao - Chi Chang y Alfred Swenson, alumnos de Mies en el CH, y posteriormente profesores en el mismo, dan fe de la influencia del edificio en la actividad educativa en él desarrollada; "*dos décadas enseñando en este edificio, y experimentando las desafiantes y provocativas cualidades de su interior de paredes de vidrio*".
Si además tenemos en cuenta que el proyecto data de mediados del siglo XX - y que aún hoy resulta moderno -, no es difícil hacerse una idea del impacto que supuso en el ámbito de la arquitectura y, por supuesto, en la sociedad de la época.
No olvidemos poner en valor el efecto que una arquitectura de calidad puede tener, y tiene, no sólo en nuestra formación sino en nuestras vidas.
Covadonga Ferreras es arquitecto por la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Valladolid, y Doctora Arquitecto en el Área de Teoría de la Arquitectura y Proyectos Arquitectónicos por la misma.
http://ferrerasarquitectura.wixsite.com/ferrerasarquitectura