Actualizado 22/08/2016 11:30

Tribuna.- Fernando Del Corro.- Lucas Massó se sumó a la lista de los belgo-argentinos que hicieron historia

MADRID, 22 Ago. (OTR/PRESS) - Por Fernando Del Corro

La selección argentina de hockey sobre césped que acaba de ganar la medalla de oro en los Juegos Olímpicos disputados en Río de Janeiro al vencer a su similar belga en la instancia final y amplió así la nómina de personalidades de la historia de ambos países que tuvieron su desempeño en uno y otro a partir de 1881 cuando desde Oudenaarde, Flandes, se instalaron en Villaguay 40 inmigrantes de esa nacionalidad cuyas descendientes constituyen en la actualidad un tercio de la población de esa ciudad entrerriana.

Luca Massó, el joven deportista, integrante clave de ese equipo, se suma a la nómina de argentinos con trascendencia mundial que vieron la luz en Bélgica pero que se hicieron conocer en el mundo entero como argentinos, comenzando por el gran escritor Julio Florencio Cortázar, nacido en Ixelles el 26 de agosto de 1914, o el notable economista Jean Silvio Gesell, oriundo de Sankt Vith, ciudad del centro de ese país europeo pero donde predomina el idioma alemán por lo que se le atribuye generalmente ese origen, sobre todo porque su familia provenía de Aquisgrán.

Pero también un argentino hizo historia en Bélgica y fue nada menos que el llamado "Padre de la Patria", José Francisco de San Martín, quién viviera durante varios años en Bruselas después de que sus ideas populares lo obligaran a exiliarse de la Argentina y que, producto de las mismas, fuera expulsado de Francia por el rey Carlos X, restaurador del viejo orden monárquico y socio de la Santa Alianza que había luchado contra Napoleón Bonaparte, a la que recién pudo regresar cuando una revolución burguesa llevara a la corona a Luis Felipe de Orleans.

Siendo un joven de 26 años, el ingeniero belga Eugenio Schepens, arribó a la Argentina en 1880 para estudiar las posibilidades de radicación y así se incrementó una llegada de inmigrantes de ese origen que había comenzado en 1857 y que hizo que, según la estadísticas nacionales oficiales, hasta 1940 llegó a totalizar 26.000 personas entre las que se contó un importante número de universitarios graduados en los importantes centros de estudio de su país natal y muchos que, siguiendo a Schepens, crearon colonias agrícolas como Villa Urquiza, también en Entre Ríos.

En el marco de la corriente migratoria hacia la Argentina, Silvio Gesell, que había ejercido tareas en Alemania y España y que por falta de recursos no pudo hacer estudios universitarios, llegó a la Argentina en 1887 y abrió un comercio de venta de materiales quirúrgicos y farmacéuticos pero que derivó hacia el rubro bebés y que se hizo conocido, a través de numerosas sucursales, como "Casa Gesell", y desde el cual pudo observar la grave crisis financiera de 1890 durante la presidencia de Miguel Ángel Juárez Celman que conmovió el mundo.

Como autodidacta había estudiado a importantes economistas europeos y su experiencia en el epicentro de la conmoción que causara el default argentino que provocase la intervención de los gobiernos del Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda, Francia y Rusia para el salvataje de la banca Baring Brothers dio lugar a su obra "La reforma monetaria hacia el estado de bienestar", punto de partida de una nueva visión sobre el rol del dinero en la economía mundial, la que hoy merece estudios cada vez más importantes como lo adelantara John Maynard Keynes.

Claro que mucho antes de ello José de San Martín, en sentido inverso, radicado en Bruselas con su hija Merceditas a la que dedica allí sus "Máximas", y con el apoyo económico de su amigo Tomás Guido, vivió en medio de la simpatía popular mientras era observado atentamente por los servicios de inteligencia franceses y prusianos que vigilaban su correspondencia como el mismo lo hacía saber a sus corresponsales a los que había pedido que, para tratar de zafar de esa vigilancia le escribiesen a nombre de Mister St Martin.

La actual Bélgica, por entonces, era parte del Reino de los Países Bajos, al igual que Luxemburgo, contra el que flamencos y valones resolvieron levantarse en 1829 declarando su Independencia, tras lo cual ofrecieron a San Martín la jefatura del ejército cosa qué éste rechazara, por lo que la designación recayó en el general español Juan Manuel Julián Antonio van Halen, de origen flamenco, la cual, según algunos, fue recomendada por el propio San Martín al no aceptar hacerse personalmente cargo de ello.

El "Padre de la Patria" y el "Santo de la Espada", como se lo denomina, vivía modestamente en Bruselas y así escribió a Guido "Ocupo mis mañanas en la cultura de un pequeño jardín y en mi taller de carpintería; por la tarde salgo a pasear y las noches en la lectura de algunos libros y papeles públicos, he aquí mi vida", claro que con una importante: acotación que merece ser considerada, amén de su origen correntino: "Creerá usted que mi alma encuentra un vacío en la misma felicidad y, sabe usted cuál es, el de no estar en Mendoza".

Cortázar era hijo de argentinos que vivían en Bruselas ya que su padre se desempeñaba como agregado comercial argentino en Bélgica hasta la invasión alemana durante la Gran Guerra, luego denominada Primera Guerra Mundial a poco del nacimiento del futuro gran escritor, pero la familia continuó viviendo en ese país hasta 1918 cuando logró emigrar a Suiza, luego a Catalunya y, un año y medio después, volver a la Argentina donde se dedicó a leer grandes autores y antes de los diez años ya había escrito su primera novela, cuyo texto se ha perdido.

Su vida, además de la literatura, estuvo dedicada a la lucha social y así sus derechos de autor, tras su muerte en París en 1984, quedaron como donación para apoyar las luchas en defensa de los derechos humanos en varios países del mundo, entre ellos la propia Argentina donde había sido objeto de investigaciones por la dictadura cívico-militar, iniciadas ya en 1975 durante la presidencia de María Estela Martínez (Isabelita), mediante el Legajo 3178 de la División de Inteligencia de la Policía de la Provincia de Buenos Aires (DIPPBA).

La victoria de "Los Leones" del hockey argentino motivó que en los comentarios periodísticos se destacase permanentemente la circunstancia de que Luca Massó haya nacido en Bélgica, con la particularidad, en este caso, que la victoria que diera la medalla de oro al elenco blanquiceleste, haya sido contra el representante belga, para el que ha jugado en importante torneos internacionales y por el que había sido descartado, y país al que su padre Eduardo, nacido en Bell Ville, Córdoba, Argentina, había representado como tenista.

Luca, más belga que todos los anteriores, nieto por parte materna del gran ciclista Eddie Merckx, estuvo una sola vez en la Argentina, para una Navidad en Bell Ville, pero le gustan el mate, la carne vacuna, la choco-torta y las empanadas, según dice, y se dedicó al hockey en lugar de las raquetas de tenis y las bicicletas, como sus antepasados y llegó a la selección recomendado por tres argentinos que jugaron en Bélgica: Ignacio Bergner, Facundo Callioni y Juan Martín López y por ello, en referencia a su padre, pudo decir, "El se fue y yo me vuelvo", festejando su victoria.