MADRID, 23 May. (EDIZIONES/Portaltic) -
El FBI ha inflando los datos sobre la cantidad de teléfonos móviles inaccesibles en sus investigaciones. La organización reveló el pasado año la imposibilidad de acceder a 7.800 dispositivos relacionados con delitos, aunque ahora se ha descubierto que la cifra rondaba entre los 1.000 y los 2.000 terminales.
El Washington Post ha revelado que la cantidad de teléfonos móviles encriptados el pasado año 2017 a los que el FBI no pudo acceder no fue de 7.800, sino que se aproxima más a una cifra entre 1.000 y 2.000, según una fuente anónima del sector.
Durante los últimos siete meses, el director del FBI, Christopher A. Wray, ha realizado declaraciones en las que hacía referencia a la cifra de 7.800 dispositivos inaccesibles para defender lo que el FBI denomina 'Going Dark', es decir, determinados tipos de 'software' que por su encriptación no permiten el acceso a los datos de los 'smartphones', dificultando u obstaculizando en ocasiones investigaciones de diferente índole.
La organización descubrió este error en la cifra hace aproximadamente un mes y aún no posee la cifra exacta de teléfonos encriptados. La pasada semana una fuente interna del FBI aseguró al medio citado que la cifra real de terminales innacesibles rondaría los 1.200, aunque explicó que saber la cantidad real puede llevar semanas.
El FBI difundió a la prensa americana este martes un comunicado en el que declaraba que "los errores de programación" dieron lugar a un "recuento excesivo" de los dispositivos móviles. El problema, según el FBI, radicó en su uso de tres bases de datos distintas, que dio lugar a un recuento repetido de terminales.
El FBI alertó de que aunque la cifra de teléfonos encriptados sea menor, 'Going Dark¡ se mantiene como un escollo para sus investigaciones y de igual manera para otros órganos que tienen como misión hacer cumplir las leyes.
La cifra a la que hacía referencia el FBI de 7.800 terminales inaccesibles durante el año 2017 siempre ha sido criticada por los defensores de la privacidad, quienes argumentaban que la cantidad del año anterior era de 880 y era inexplicable un aumento tan grande en dichas cifras, además de no poder justificarse por cambios tecnológicos o por un crecimiento en los comportamientos delictivos.