MADRID, 4 Nov. (EDICIONES/Portaltic) -
Las autoridades estadounidenses están tomando importantes medidas de ciberseguridad, haciendo especial hincapié en los sistemas de votación, con el fin de evitar cualquier tipo de manipulación o error en las votaciones durante la Jornada Electoral que tendrán lugar el próximo día 8 de noviembre.
Ante el miedo a un posible ciberataque, el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) se ha encargado de investigar y analizar el registro de los votantes y de los sistemas utilizados con el objetivo de buscar posibles vulnerabilidades, una labor en la que también trabajan la Oficina de Federal de Investigación (FBI) y otras agencias a nivel estatal.
La amenaza, como explican en Reuters, no está clara, pero se teme que pueda provenir de hackers rusos o de otros países, pese a que expertos en ciberseguridad y oficiales de Estados Unidos no creen que un hackeo pueda alterar los resultados electorales, dado que, como señala el medio citado, los sistemas de voto no suelen estar conectados a Internet.
Sin embargo, la preocupación parece estar en el plano digital. Autoridades locales de los estados de Ohio, Pennylvania, Arizona, Wisconsin y Florida han declarado a Reuters que no han aumentando los recursos policiales, como también ha confirmado un portavoz del FBI.
"La presencia de la policía puede tener un efecto escalofriante sobre el electorado", ha explicado la presidenta del Comité de Abogados para los Derechos Civiles, Kristen Clarke, según recoge Reuters.