MADRID 7 Feb. (Carlos Hergueta/Portaltic) -
La semana pasada las asociaciones encargadas de asignar direcciones IP informaron de que ya se habían entregado los últimos bloques del protocolo IPv4. Dicho protocolo se creó cuando Internet era poco menos que un experimento y por ello finalmente se han agotado las direcciones.
Sin nuevas IP sería imposible que Internet siguiera creciendo y por eso se está produciendo una transición hacia el IPv6, un nuevo protocolo creado teniendo en cuenta la realidad actual de la Red.
Para conocer exactamente la situación real del cambio, sus necesidades e implicaciones, hemos hablado con Jordi Palet, un auténtico experto en la materia. Programador con más de 20 años de trabajo a sus espaldas, con experiencia en marketing y gestión de productos en diferentes compañías, actualmente es el CEO de Consulintel, en Madrid.
Palet lleva años trabajando en el desarrollo y difusión del IPv6 a través de IPv6 Forum, IPv6 Logo Committee, European IPv6 Task Force, Spanish IPv6 Task Force o IPv6 Task Force Steering Committee. Es co-autor del libreo 'IPv6 para todos', disponible de forma gratuita -financiado por ISOC- en: Vídeo: http://www.ipv6tf.org/pdf/ipv6paratodos.pdf
Portaltic: Para empezar, ¿qué son las direcciones IP y, más concretamente, el protocolo IPv4?
Jordi Palet: Cada conexión a Internet requiere un identificador que llamamos dirección IP (IP = Internet Protocol, Protocolo de Internet) y que permite dichas comunicaciones con cualquier otro dispositivo en Internet. Da igual de qué tipo de dispositivo hablemos, y cuántas conexiones a Internet tengan, cada una requiere uno de esos identificadores, y no pueden duplicarse en ninguna otra parte de la red. En cierto modo es equivalente al numero de teléfono.
La primera versión comercial del protocolo de Internet, la versión 4 (IPv4), tenia direcciones con una longitud de 32 bits, es decir 2^32 direcciones (unos 4 mil millones).
P: ¿Por qué surgió la necesidad de cambiar al protocolo IPv6?
J. P.: Teniendo en cuenta diversos factores, como la población del planeta y que habitualmente tenemos varios dispositivos, no solo un PC, e incluso que hay "cosas", aparatos de todo tipo, contadores eléctricos, sensores, etc., que se conectan a Internet, es lógico pensar que llega el momento en que esos 4 mil millones de direcciones ya no son suficientes.
Hace aproximadamente 15 años reconocimos el problema del agotamiento de las direcciones IPv4, y en el IETF, organización responsable del desarrollo de los protocolos de Internet, comenzamos a desarrollar la nueva versión que es la 6, por tanto de ahí IPv6.
IPv6 tiene direcciones de 128 bits, es decir 2^128 (del entorno de 340 sextillones), más que suficiente para que cada usuario de Internet tenga muchas mas direcciones que toda la Internet actual, e incluso así, seríamos capaces de llenar de direcciones trillones de planetas del tamaño de la tierra, tantos que no cabrían en la órbita solar.
Lo importante no es el número, sino darse cuenta del orden de magnitud, comparado con IPv4. Si no realizamos la transición a IPv6, Internet no puede crecer, y por tanto, no podrían conectarse nuevos usuarios ni nuevos dispositivos.
Por desgracia no es tan fácil como el cambio de los números telefónicos que ponía antes como ejemplo... De hecho no se habla de cambio, sino de transición y coexistencia.
P: ¿Cuál es la situación real? ¿Han reaccionado los actores involucrados correctamente de cara a la necesaria transición?
J.P.: Es triste decirlo, pero la reacción habría sido mucho más eficaz si se hubiera iniciado hace unos 4 años, además, nos ha pillado la crisis, y por tanto ha sido otro golpe en contra. Lo más desafortunado es que esta demora está surgiendo por falta de información y de formación. Los actores principales tienen la errónea percepción de que la transición a IPv6 es muy costosa, y no es el caso.
Es un protocolo diferente, pero no más difícil, sino al contrario, más simple de implementar y gestionar. La situación es que en las redes intercontinentales, los grandes operadores, por decirlo de otro modo IPv6 se empezó a desplegar en el 2002, y diría que el 99,9% de esos operadores están listos hace ya mas de 2-3 años. Si vamos un nivel hacia abajo, los operadores "nacionales" y los ISPs medianos y pequeños, se han movido relativamente poco, al menos en España.
Algunas organizaciones internacionales como la OCDE, incluso la Comisión Europea, han llamado la atención acerca del tema buscando la reacción de los Gobiernos e industrias, pero esta no se ha producido, en general, por el momento, aunque sí que bastantes casos de países que han avanzado y no solo en Europa.
Esto esta empezando a cambiar, y espero que la voz de alarma por el agotamiento de registro central de direcciones IPv4 (IANA), que tuvo lugar el pasado 3 de Febrero, nos haga reaccionar para que la transición se acelere y evitemos efectos secundarios.
P: ¿Cuánto tiempo durará la transición hasta que esté totalmente asentado el IPv6?
J.P.: IPv6 esta asentado casi al 80% en los equipos de los usuarios finales, que además no lo notan, y sin embargo lo utilizan de forma transparente. Eso es debido a que los sistemas operativos mayoritarios, como XP, Vista, 7, Mac OS X, Linux, etc., lo incorporan desde el año 2004 aproximadamente.
En el caso de servidores es parecido, suelen tener soporte IPv6, aunque normalmente, por desconocimiento y porque los ISPs aún no suministran el servicio, no está activo.
La transición o, mejor dicho, transición y coexistencia, implica que se sigue utilizando, durante un tiempo cuya duración es muy difícil de predecir, tanto IPv4 como IPv6.
Dado que los sistemas operativos ya están preparados, se produce un efecto similar al de una balanza en la que en un lado está el peso de IPv4, hoy mayor, y poco a poco, el otro lado que ahora tiene menos peso, IPv6, van creciendo y por tanto disminuyendo el de IPv6. Llegará un momento en el que el tráfico IPv4 sea tan pequeño o casi despreciable, que se podrá decir que se ha completado la transición y en ese momento incluso se puede llegar a pensar en desactivar IPv4 de la mayoría de las redes.
Quizás nos enfrentemos a un periodo de unos 4-5 años, pero no es nada descabellado pensar que se extienda durante algunos más.