Un joven aprende que no puedes estafar a un investigador en ciberseguridad y salir impune

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Actualizado: martes, 13 septiembre 2016 14:41

   MADRID, 13 Sep. (EDIZIONESPortaltic) -

   Un joven estudiante ha recibido una importante lección de parte de un investigador en ciberseguridad al que intentó estafar 500 dólares y del que no pudo librarse hasta que se retractó de su comportamiento.

   El detonante de la persecución fueron dos tarjetas-regalo de la tienda Apple, valoradas cada una en 250 dólares, que el investigador, Christian Haschek, obtuvo como premio y que durante cuatro años intentó vender, como ha explicado en su blog personal. El chico, del que no se sabe el nombre, contacto con él a través Reddit, donde estaba el anuncio.

   A través de la cuenta en eBay que el joven tenía, y que puso como garantía de un intercambio legítimo, Haschek le pasó los dos códigos de las tarjetas-regalo y fotografías de las mismas, y quedó en que el joven le pagaría a través de Bitcoins. Pero el dinero nunca llegó y la cuenta de Reddit, desde la que le había contactado en un principio, había sido eliminada.

   Cuando Haschek se puso en contacto con el chico a través de su cuenta de eBay, éste se hizo pasar por una víctima de una suplantación de identidad, en concreto, por un graduado en derecho que le demandaría si insistía en que debía pagarle por dos tarjetas-regalo que había comprado otro en su nombre.

   El investigador se hartó de la situación y rastreó al chico a través de Internet. Dio con su perfil en otros servicios y redes sociales, y con una candidatura a un puesto de trabajo. Obtuvo sus datos personales y localizó a su hermano y a su madre, a quienes escribió a través de Facebook contándoles lo ocurrido, al tiempo que les dejó claro que su intención inicial no era denunciarlo a la Policía, sino que recapacitara y le diera el dinero.

   La misiva llegó a buen puerto. El hermano del estafador leyó el mensaje y poco después el joven contactó con él. Y le contó su historia: nunca había tenido la intención de no pagar, pero no tenía dinero y, por lo tanto, no podía hacerlo. Era estudiante universitario, a tiempo completo, lo que le impedía conseguir un trabajo y conseguir así algo de dinero.

    Haschek explica que el chico le dio pena y que entendía que era joven, y que había hecho algo estúpido por lo que no valía la pena estropearle la vida. Por ello, y por su intención inicial de deshacerse de las tarjetas, quedaron en que el chico vendiera una y le diera el dinero de esa venta, a través de Bitcoins.

Cabe mencionar que de esta aventura, Haschek ha sacado tres conclusiones: la configuración de privacidad de tu cuenta es tan buena como lo es la de tus amigos, no reutilices el mismo nombre de usuario en distintos servicios de Internet y usa un servicio de depósito de garantía si quieres hacer intercambios con Bitcoin.