Estas son las trampas de los escritores que autopublican en Amazon para ganar más dinero

   MADRID, 26 Abr. (EDIZIONES/Portaltic) -

   Los cambios introducidos por Amazon en el sistema de remuneración de los escritores de su plataforma de autopublicación han dado lugar a trampas que benefician a los más avispados y perjudican a quienes no las ponen en práctica.

   Amazon remunera desde verano de 2015 a los autores por página leída de su libro, cuando antes recibían un pago por descarga realizada. La compañía establece un "bote", una cantidad determinada al mes y lo reparte entre los autores en función de las páginas leídas, con un precio fijo por página.

   Este sistema de alguna forma solucionaba el problema de que un autor con que había publicado una novela corta recibiera el mismo pago por descarga que otro que hubiese publicado una novela con un número mayor de páginas.

   No obstante, tiene sus lagunas, lo que ha permitido a algunos usuarios de la plataforma de autopublicación la posibilidad de ingresar dinero sin que haga falta leer todo el libro. Por ejemplo, si bien los autores deben mantener una letra estandarizada por Amazon, para que se pueda usar un tamaño grande para ocupar más páginas, las imágenes y los gráficos incluidos cuentan.

    Además, y uno de los problemas más llamativos, como explican en The Guardian, es que con solo saltar a la página 400, el sistema ya reconoce como que se ha leído esas 400 páginas. Es decir, no hace falta leer cada una de las páginas porque el software lo reconoce igualmente como página leída.

   Con el fin de avanzar las páginas sin leerlas, hay ciertos trucos que algunos autores han puesto en práctica, como es poner un índice al final del libro, incluir varios idiomas y el inglés -idioma nativo de Amazon- el último, o incluir enlaces al principio que lleven a las últimas páginas sin contenido destacado entremedias.

   Amazon ha anunciado novedades en sus términos de uso para evitar estas prácticas, así como la eliminación de las obras que no cumplan con las normas, pero no soluciona en sí el problema, que sigue afectando a los autores que esperan pacientemente que los usuarios lean sus obras, página a página.