MADRID 3 Jun. (Portaltic/EP) -
La velocidad a la que Google evoluciona Android está provocando que la mayoría de las versiones antiguas no reciban tantas actualizaciones de seguridad como deberían. En concreto, el 80% de los usuarios con dispositivos Android necesitan parches de seguridad. Según Kaspersky, este abandono de actualizaciones hace que los usuarios se vean obligados a comprar nuevos terminales para garantizar su seguridad.
La fragmentación y variedad de versiones de Android ha sido y es uno de los principales problemas del sistema de Google. La compañía lo ha intentado solventar con Android 4.0, pero el problema persiste. El origen de la cuestión radica en la gran variedad de terminales Android que hay, que hacen que no todos puedan actualizar a las versiones más potentes.
Pese a sus esfuerzos, Google no ha conseguido una fórmula con la que solucionar el problema y las compañías de seguridad, en concreto Kaspersky, aseguran que la problemática va en aumento. Google ha tomado medidas para actualizar su tienda de aplicaciones y ha lanzado parches para algunas versiones antiguas de Android, pero sus esfuerzos no son suficientes.
Las versiones 2.x de Android son las que más ataques reciben, lo que para Kaspersky no es una causalidad. Analizando los datos, Android 2.2 fue la versión del SO móvil de Google más atacada ya en 2010. Desde entonces, se ha visto un crecimiento muy elevado de los programas maliciosos para Android, convirtiendo al sistema en la plataforma móvil más atacada. Según los investigadores de la compañía, la falta de parches de seguridad en estas versiones es la principal causa de que reciba tantos ataques.
El hecho de que las versiones 2.x sean el principal objetivo de los 'hackers' es aún más preocupante al comprobar que son las que más usuarios acaparan de todo el ecosistema Android. El 20 por ciento de los usuarios Android utiliza la versión 2.2, la más atacada, mientas que el 64 por ciento tiene 2.3, otro de los blancos más frecuentes.
En total se trata de más de un 80 por ciento de los usuarios, que son el objetivo principal de los ataques al sistema. Pese a que se trata de la gran mayoría de los usuarios, Kaspersky denuncia que Google no lanza los parches de seguridad que debería para estas versiones. De esta forma, más del 80% de los usuarios del sistema no disponen de las medidas de protección básicas que deberían por esa falta de parches.
Esta situación se agrava por la falta de posibilidades de actualización a otras versiones más actuales de Android. Los usuarios no pueden acogerse a las últimas versiones, que cuentan con más garantías de seguridad, porque sus terminales no permiten la instalación. De esta forma, Kaspersky denuncia que la falta de acción de Google obliga a los usuarios a comprar nuevos terminales si quieren contar con todas las medidas de protección.
Kaspersky ha asegurado que "esperar que todos aquellos usuarios que ya se gastaron el dinero se compren un nuevo dispositivo como medida de seguridad es inaceptable". Por eso, la necesidad de unificar las versiones, más allá de ofrecer prestaciones equilibradas, se hace necesaria por cuestiones de seguridad.