MADRID, 8 Oct. (Portalgeek/EP) -
Las mujeres que consumen cocaína durante el embarazo tienen probabilidades de comportarse de forma brusca con sus hijos una vez nacen, y estos a su vez pueden desarrollar también un carácter agresivo a lo largo de su vida, según ha determinado un estudio que ha examinado los efectos directos e indirectos del consumo de drogas en prenatales que evaluó a más de 200 pares de madres e hijos.
El trabajo, realizado por investigadores de la Universidad de Emory y la Universidad Estatal de Nueva York, sugiere que no es sólo la exposición prenatal a las drogas, sino también las condiciones relacionadas con el uso de drogas que pueden influir en el comportamiento negativo en los niños.
"A pesar de que la exposición prenatal a la cocaína claramente puede tener efectos negativos para la salud en los niños, los problemas de conducta pueden no sólo ser debidos a lo que ocurre en el útero, sino también a los efectos del consumo de cocaína en la madre", dice la investigadora principal y doctorada en la Universidad de Buffalo, Rina Das Eiden.
"La dureza materna superior en las madres que consumen cocaína también puede deberse a otras variables no medidas, como las propias experiencias de las madres en su infancia". Además, "las mujeres que consumen cocaína tienen más dificultades para ayudar a sus hijos a aprender a autorregular su comportamiento en la edad preescolar, y esto puede conducir a un comportamiento más negativo en el colegio", dice la investigadora.
Otros factores de riesgo demostrados que pueden afectar negativamente al comportamiento de todos los niños son los bajos ingresos de las familias. En esas comunidades también se suele experimentar regularmente más violencia, dice el estudio.
Las intervenciones en situaciones familiares de alto riesgo mientras los niños son pequeños puede ayudar a reducir la severidad materna y promover el autocontrol en los niños.