MADRID, 18 Feb. (Portalgeek) -
El Instituto de Tecnología Georgia Tech, en Estados Unidos, ha desarrollado un brazo biónico que, sumado a los dos que ya de por sí tienen las personas, mejora las capacidades creativas y de movimiento a la hora de tocar la batería.
Los músicos que tocan este instrumento saben que se tiene que tener una muy buena coordinación a la hora de ejecutar todo correctamente. Una batería tiene muchas partes - tom, platos, bombo, hit-hat o caja -, por lo que hay que estar pendiente de muchas cosas a la hora de tocar. Este invento tecnológico facilita la posibilidad de seguir un ritmo más o menos constante sin que el usuario que se tenga que preocupar por ello.
"Si tu amplias a los seres humanos con 'wearables' robóticos inteligentes, estos son capaces de interactuar con el entorno de una manera mucho más sofisticada. El tercer brazo otorga una experiencia más rica y creativa, dando la posibilidad a la persona de tocar varias baterías o partes de las baterías a la vez de forma virtuosa de un manera que, de no tenerlo, no sería posible", ha declarado el director del Centro para Tecnología Musical, Gil Weinberg, quien ha supervisado el proyecto, en la propia noticia que ha dado Georgia Tech.
El brazo se une al hombro del músico, tanto al izquierdo como al derecho, dependiendo de las necesidades y comodidades de cada uno. El 'software' con el que está desarrollado permite que responda de forma automática a los gestos de quien lo lleva gracias a los sensores de dirección y proximidad que incorpora, de manera que es capaz de moverse conforme se cambie de postura o de cambiar su ritmo según lo haga la persona humana con sus baquetas.
En el vídeo que ha subido a YouTube el propio Instituto, se puede ver cómo el brazo tiene la capacidad de cambiar de plato o bombo, dependiendo del ritmo que esté marcando la persona y de qué elemento esté golpeando en cada momento.
El 'software' del brazo es capaz de tocar la batería dependiendo de lo que escuche a su alrededor, por lo que tiene una capacidad de improvisación bastante importante, aunque sus movimientos aún sean ligeramente lentos. Lo siguiente que tienen en mente sus desarrolladores es que el brazo sea capaz de moverse conforme a la actividad cerebral, para lo cual ya están realizando las primeras pruebas reales en busca de patrones con los que alimentar esta posibilidad.
El proyecto nació como una mera prótesis con la que dar la posibilidad a aquellos músicos que pudieran haber perdido un brazo de seguir tocando la guitarra. Esta parte del desarrollo ya se dio a conocer en el primer trimestre de 2014.