MADRID, 10 Nov. (Portaltic/EP) -
Nacida en Viena el 9 de noviembre de 1914, la inventora y actriz de Hollywood Hedy Lamarr cumpliría 100 años este año. Muchos la recordarán por sus papeles en el cine de la década de los 30 y los 40 pero su gran contribución a la sociedad estuvo relacionada con el campo de las comunicaciones inalámbricas. La que fuera una de las chicas más seductoras de la gran pantalla en Hollywood ayudó a inventar la tecnología utilizada como base en la moderna conexión Wi-Fi gratuita.
Trabajando con el compositor vanguardista George Antheil, Lamarr patentó una versión temprana de comunicación de espectro ensanchado, que es parte de la base de tecnologías inalámbricas como Bluetooth y Wi-Fi. A ella y a Antheil se le ocurrió la idea de ayudar a crear un código irrompible para submarinos durante el tiempo de Segunda Guerra Mundial, pero la amplia aplicación de su invención no fue reconocida hasta más tarde.
Este concepto se utilizó para crear el Bluetooth y otros componentes de las redes inalámbricas modernas, así que si ahora estás utilizando una red Wi-Fi es gracias a Hedy.
Sus éxitos nos recuerdan que las mujeres fueron fundamentales para la invención de muchas tecnologías que apreciamos hoy en día. Lamarr consiguió su primer contacto con la ciencia aplicada cuando se casó con Friedrich Mandl, un fabricante de armamentos 14 años mayor que ella.
Mandl, posesivo y contralor, le prohibió seguir su carrera en el cine y la mantuvo prisionera en su casa. Fue durante este tiempo cuando Mandl le exigió a Lamarr que lo acompañara a las reuniones con socios de negocios, donde se discutía sobre tecnologías militares.
Después de divorciarse de Mandl, Lamarr se trasladó a Hollywood para retomar su carrera como actriz, trabajando con artistas como Clark Gable, Spencer Tracy y Lana Turner durante la "Edad de Oro" de cine en América. Fue durante ese tiempo cuando conoció a George Antheil, compositor, autor e inventor.
El tema de sus conversaciones pronto fueron los torpedos teledirigidos, un arma clave de la Segunda Guerra Mundial que podía ser fácilmente detectada por la interferencia de radiodifusión. Aprovechando el conocimiento sobre torpedos que adquirió en las reuniones a las que asistió con su exmarido, Lamarr comenzó a colaborar con Antheil en el salto de frecuencia, un método para cambiar rápidamente entre las frecuencias sincronizadas al azar.
De ahí surgió la versión temprana de la comunicación inalámbrica aunque la técnica nunca fue adoptada por los militares durante la guerra. La patente resurgió en la década de 1950, cuando las empresas privadas estaban desarrollando una tecnología inalámbrica llamada CDMA.
El método de Lamarr se encuentra todavía en uso hoy en día para las redes móviles, dispositivos Bluetooth y Wi-Fi.
Dos años antes de que Lamarr muriese en el año 2000, la Electronic Frontier Foundation le dio un premio por su contribución a las comunicaciones inalámbricas.