BRUSELAS 3 Sep. (EUROPA PRESS) -
La Comisión Europea ha propuesto este lunes que los proveedores de Internet (ISP en sus siglas en inglés) puedan compartir el espacio radioeléctrico para ofrecer sus servicios de banda ancha inalámbricos para hacer frente al crecimiento exponencial del tráfico de datos por la penetración de los teléfonos inteligentes y los puntos de acceso wi-fi, así como la posibilidad de utilizar con otros fines el espacio disponible en frecuencias de televisión no utilizadas.
El objetivo de la propuesta es garantizar un uso más eficaz de un recurso cada vez más escaso como es el espacio radioeléctrico, también por el aumento de la gama de aplicaciones de diversos sectores que lo utilizan, incluidos la extensión de las redes eléctricas inteligentes y la automatización industrial.
En su comunicación 'Promover el uso compartido de los recursos del espacio radioeléctrico en el mercado interior', Bruselas defiende que un planteamiento coordinado europeo para compartir el espectro garantizará una mayor capacidad de la red móvil, una banda ancha inalámbrica más barata y nuevos mercados como el de los derechos secundarios negociables para atribución de un espectro determinado.
Bruselas ha insistido en que el acceso compartido al espectro gracias a las nuevas tecnologías permitirá liberar recursos sin menoscabar los derechos del titular preexistente de la licencia de usar las frecuencias y plantea que para ello se identifiquen las oportunidades de beneficio compartidas en bandas del espectro y que los reguladores nacionales definan derechos de acceso al espectro compartidos (SSAR, por sus siglas en inglés) para crear los incentivos económicos necesarios.
En el caso de los operadores históricos con licencias exclusivas, el Ejecutivo comunitario propone que puedan compartir sus infraestructuras para ofrecer servicios a partir de contratos o que puedan adquirir licencias compartidas. Las autoridades nacionales deberán tener en cuenta en este caso que los acuerdos entre operadores del mismo sector respetan las normas europeas de competencia.
El Ejecutivo comunitario ha instado a las autoridades nacionales competentes a realizar un seguimiento y a estudiar la posible ampliación de las bandas armonizadas del mercado interior -las que no están sujetas a licencia-- adoptando para ello "medidas apropiadas" para fomentar la innovación inalámbrica y que fomenten planteamientos normativos coherentes en toda la UE en lo que se refiere a los derechos de uso que ofrezcan "incentivos y seguridad jurídica a todos los usuarios", actuales y futuros "que puedan compartir los valiosos recursos del espectro".
La vicepresidenta de la Comisión Europea y responsable de Agenda Digital del Ejecutivo comunitario, Neelie Kroes, ha insistido en que hay que "aprovechar al máximo" el espacio radioeléctrico garantizando "su reutilización y la creación del correspondiente mercado único" en el sector.
"Necesitamos un mercado único de espectro para recuperar el liderazgo industrial en telefonía y datos móviles a fin de atraer más inversiones en I + D", ha subrayado en un comunicado.
Kroes ha justificado el planteamiento del Ejecutivo comunitario porque "el espacio radioeléctrico es oxígeno económico y lo usa cada persona y empresa". "Si nos quedamos sin espectro, no funcionarán ni las redes móviles ni la banda ancha. Se trata de una situación inaceptable, por lo que debemos aprovechar al máximo este recurso escaso mediante su reutilización y la creación del correspondiente mercado único", ha explicado.
El tráfico mundial móvil de datos aumentará un 26% de media anual de aquí a 2015, fecha en la que se calcula que se podrán conectar a Internet más de 7.000 millones de teléfonos inteligentes, tabletas y otros dispositivos móviles, según datos que maneja el sector.
El Ejecutivo comunitaria considera que la normativa nacional en los Veintisiete que regula el espacio radioeléctrico no suele reflejar las nuevas posibilidades técnicas, lo que expone a los usuarios de telefonía móvil y banda ancha al riesgo de un mal servicio ante el aumento de la demanda y, por otra parte, se impide la creación de un mercado único para las inversiones.
Por ello, ha insistido en que resulta necesario eliminar las barreras normativas a nivel nacional, garantizar incentivos a escala europea y nuevos enfoques normativos para conceder a los distintos usuarios el derecho de utilizar bandas de frecuencia determinadas de forma compartida con unos niveles de protección contra las interferencias. Los Veintisiete y el Parlamento Europeo deberán dar su visto bueno a la propuesta.